Las matriculaciones de vehículos se han desplomado y se sitúan en más de un 35 por ciento por debajo de las cifras previas a la pandemia por lo que le han pedido al Gobierno la convocatoria urgente de la Mesa de la Automoción.
Muchos expertos dicen que la venta de coches es un perfecto termómetro de la situación de la economía. Pues bien, el sector del automóvil está viviendo uno de los peores momentos de su historia. Las matriculaciones de vehículos han caído y se sitúan en más de un 35 por ciento por debajo de las cifras previas a la pandemia.
La crisis económica, la falta de semiconductores, es decir, los componentes imprescindibles para la fabricación, y la futura normativa sobre los motores de combustión son las causas de esta caída. Por ello, piden al gobierno que se reúna la Mesa de la Automoción.
Ha habido una bajada importante en ventas en julio, uno de los meses tradicionalmente más fuertes. Los clientes se retraen ante la incertidumbre de si comprar un vehículo de combustión se va a quedar obsoleto y si merece hacer una gran inversión en el eléctrico y que en pocos meses caigan los precios de este tipo de coches, actualmente muy caros.
Así, los usuarios se están decantando más por los coches de segunda mano o de kilómetro cero. Pero esto también está teniendo sus consecuencias y es que los precios de estos vehículos se han disparado y están prácticamente a la par que los de un coche nuevo.
El sector, que genera más de dos millones de empleos en nuestro país, ve un futuro complicado.