El debut como director del andaluz Rafa Cobos, en el que ha participado Canal Sur, ha contado entre sus protagonistas con actores ya consagrados como Luis Tosar, Jesús Carroza o Teresa Garzón.
La ópera prima del andaluz Rafa Cobos, 'Golpes', participada por Canal Sur, se estrena este fin de semana en cines, culminando así una exitosa gira de festivales que incluyó su debut mundial en la Seminci de Valladolid y su paso por el Festival de Huelva, donde Cobos fue galardonado con el premio Canal Sur a mejor cineasta andaluz. La película también se llevó el premio a mejor película de ficción de Panorama Andaluz en el Festival de Cine Europeo de Sevilla y el Cervatillo de bronce a mejor largometraje de ficción en Cinema 25 en Córdoba.
'Golpes' es un thriller ambientado en la Sevilla de los años 80 que promete mantener al espectador "agarrado a la butaca", ha dicho en Andalucía ahora Cobos, reconocido guionista ganador del Goya por obras como 'La isla mínima' y 'El hombre de las mil caras', ha debutado en la dirección con este film.
El director explicó que 'Golpes' se sitúa en el otoño de 1982, un momento crucial para España, justo antes de las elecciones generales en las que se intuía que ganaría un partido de izquierda. La trama utiliza el pasado reciente como clave para entender el presente, una idea que Cobos considera fundamental: "No hay futuro sin memoria". El cineasta confesó su fascinación por los márgenes sociales, señalando que "me interesan las periferias, me interesa me interesan los barrios, me interesa el 'lumperío' porque de alguna forma lo limpio, lo bueno, lo que está integrado en el sistema, pues probablemente sea menos interesante".
La historia se centra en la relación de dos hermanos, Sabino y Migueli, cuyas vidas están marcadas por un acontecimiento terrible ocurrido en los años 50, consecuencia de la Guerra Civil. Mientras uno es policía, el otro es ladrón, y su enfrentamiento refleja la polarización que existía en España en ese momento. Cobos subrayó que la película aborda cómo estos hermanos entienden el pasado de maneras completamente distintas, representando visiones "antagónicas" del país: uno que se siente cómodo en el sistema y otro busca "derrumbarlo todo para volver a edificarlo".
Luis Tosar encarna a Sabino, el hermano mayor y policía, un personaje que el ganador de tres Goyas definía como profundamente agotado. "Sabino es un hombre muy cansado, cansado, muy perdido", describía Tosar, explicando que Sabino es un señor que no se está enterando de casi nada de lo que le está pasando, ni en su matrimonio ni en el contexto de una España que está cambiando radicalmente. El actor gallego, en un registro nuevo, señaló que Sabino está acostumbrado a una forma de hacer las cosas que, con el tiempo en el que transcurre la película, va a cambiar radicalmente.
Por su parte, Jesús Carroza da vida a Migueli, el hermano delincuente que sale de prisión y busca saldar cuentas con el pasado. Carroza lo describió como un personaje de "muchas capas", que es "oscuro, tierno, duro, un poco de sí". A diferencia de Sabino, Migueli tiene un objetivo claro y quiere mirar al futuro, pero para avanzar debe solucionar y arreglar asuntos pendientes. Jesús señaló que ambos hermanos, ante una misma situación trágica, afrontan los problemas de manera distinta, lo que viene "muy marcado desde la infancia".
En medio de este conflicto se encuentra Angelita, interpretada por Teresa Garzón, quien aporta un "poquito de luz" al caos de Migueli. Garzón explicó que Angelita, a pesar de sus propios "demonios del pasado," encuentra en Migueli "una forma de estar en el mundo", un espacio y un pilar. Garzón, cuya familia materna es trianera, manifestó su especial cariño por Sevilla, ciudad donde el rodaje fue "muy especiales y muy mágicos", pese a la lluvia.
Más allá de la acción, la película destaca por su estilo, recordando el cine kinki de los años 80, pero con una apuesta por ser más lírico que el original, que era "más feo, más descarnado, más directo". El resultado es un thriller que, si bien es trepidante, está "atravesado por la poética todo el rato", provocando muchas emociones en el espectador y, según los protagonistas, generando una tertulia inevitable después de verla.