Al menos seis personas, entre ellas Saleh Al Aruri, han muerto en la explosión de una oficina de la milicia palestina en Beirut.
El Gobierno libanés acusa a Israel de intentar arrastrarles a la guerra y Hezbolá promete responder.
El Gobierno de Netanyahu no se pronuncia sobre la autoría.
Al menos seis personas han muerto este martes, entre ellas el número dos del brazo político del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), Saleh al Aruri, tras un ataque con dron sobre una de las oficinas de la milicia palestina en Beirut, la capital de Líbano.
Entre los fallecidos también se encuentran Samir Findi y Azzam al Aqra, otros dos altos cargos de la milicia palestina. El ataque, que ha dejado también varios heridos, ha tenido lugar en una de las oficinas que Hamás dispone en Mushrifiyá, situado en los suburbios del sur de la capital libanesa.
En un primer momento, el partido-milicia chií libanés Hezbolá había confirmado a medios locales que Al Aruri estaba entre los muertos. Posteriormente, ha sido la propia organización palestina la que ha confirmado la muerte que califica de “cobarde asesinato” y que atribuye a Israel.
El primer ministro de Líbano, Najib Mikati, ha condenado el ataque calificándolo también de "crimen israelí" que “definitivamente busca llevar a Líbano a una nueva fase de enfrentamientos después de los continuos ataques diarios en el sur, que han provocado un gran número de mártires y heridos", ha denunciado. De confirmarse la autoría israelí, sería el primer ataque contra la capital libanesa en casi 20 años.
ISRAEL NO SE PRONUNCIA
A pesar de que Hamás y varios países de la región, como Irán o el propio Líbano, han acusado directamente a Israel de este ataque, las autoridades israelíes por el momento guardan silencio y no se han manifestado oficialmente al respecto.
De hecho, el portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), Daniel Hagari, ha rechazado comentar lo ocurrido en Beirut y ha incidido en que el Ejército israelí está en un "nivel muy alto de preparación" en todos los ámbitos de la defensa.
Saleh Al Aruri residía en Líbano desde 2018. En 2010 fue liberado tras pasar doce años en cárceles israelíes. Considerado el número dos del brazo político de Hamás y uno de los comandantes de las Brigadas Al Qassam, se le atribuye la responsabilidad de varios ataques contra Israel desde suelo libanés y se le señala como uno de los principales intermediarios en la liberación de rehenes tomados el 7 de octubre.
Hace ahora un mes, en declaraciones a la cadena de televisión Al Yazira, afirmó que el resto de prisioneros eran soldados o antiguos soldados y que no serían liberados hasta que Israel pusiera fin a los ataques sobre la Franja de Gaza.
El ataque con dron en el que ha muerto Al Aruri se ha producido en un barrio de Beirut, zona que se considera bastión del grupo chií libanés Hezbolá, aliado de Hamás, y que casi desde el inicio de la guerra está enzarzado en hostilidades contra Israel en la frontera entre territorio libanés y el Estado judío.
En un comunicado, Hezbolá ha asegurado que el ataque "no quedará sin respuesta ni castigo" y que sus combatientes se encuentran preparados para tomar represalias contra Israel.
La Organización de Naciones Unidas (ONU) también ha reaccionado al ataque mostrando preocupación por la posible expansión del conflicto entre Israel y Hamás tras la muerte del número dos de la milicia palestina. El máximo responsable de la ONU, Antonio Guterres, ha instado a todas las partes en conflicto a ejercer la "máxima moderación" para reducir las tensiones regionales y evitar que un error de cálculo escale la situación, en referencia a las declaraciones Hezbolá prometiendo que responderá al ataque.
Desde el movimiento Al Fatá, que encabeza la Autoridad Palestina, Husein Hamayel, ha asegurado que Israel pretende escalar el conflicto en la Franja de Gaza hacia toda la región. "El asesinato (de Al Aruri) es la evidencia de que el ocupante israelí es un Estado criminal y está trabajando para escalar el conflicto en todas las frontera”.