Una vez cerradas las puertas, se ha realizado el último ritual, el sellado del féretro, un acto que ha llevado a cabo el cardenal Kevin Farrell, el camarlengo de la Santa Sede.
La capilla ardiente del papa Francisco en la basílica de San Pedro concluyó este viernes, después de tres días abierta para que los fieles se despidiesen del pontífice, para proceder a la ceremonia de cierre del féretro, antes del funeral y el entierro previstos para el sábado. Según se ha podido ver en las imágenes distribuidas del interior de la basílica vaticana, pocos minutos antes de las 19:00 hora local (17:00 GMT) los fieles dejaron de desfilar ante el ataúd de Francisco y se quedaron únicamente religiosos y personal del Vaticano en el interior de San Pedro.
Los trabajadores comenzaron entonces a retirar las sillas dispuestas junto al féretro, reservadas para los colaboradores cercanos del papa argentino y diversas autoridades, así como las vallas que delimitaban la nave central, por donde durante tres días miles de personas hicieron fila para dar su último adiós.
Desde el martes por la mañana, cuando fue trasladado el cuerpo de Francisco hasta la basílica, más de 250.000 personas acudieron al Vaticano para rendirle homenaje, según informó este viernes la Santa Sede. Concluida la capilla ardiente, se llevará a cabo la ceremonia de cierre del féretro, un rito solemne que antecede al funeral programado para este sábado a las 10:00 hora local (08:00 GMT), al que se espera la asistencia de más de 200.000 personas.
UNA CIUDAD BLINDADA
Roma es una ciudad blindada, preparada para el gran acontecimiento de mañana, el funeral del Papa Francisco al que asistirán dirigentes de todo el mundo. A esa lista de personalidades hay que sumar el número de fieles desplazados al Vaticano para despedir al Pontífice.
El acceso a la Plaza de San Pedro del Vaticano se cerrará a las 17.00 horas de este viernes 25 de abril y el cierre de la capilla ardiente donde se encuentra el cuerpo del Papa Francisco se mantiene para las 19.00 horas.
"El acceso a la Plaza de San Pedro se cerrará a las 17 horas del 25 de abril. Más de 128.000 personas han visitado la capilla ardiente del Papa Francisco en la Basílica de San Pedro, que ha permanecido abierta hasta las 2.30 horas de la madrugada y ha reabierto a las 5.40 horas, según los últimos datos proporcionados por el Vaticano.
Varios cardenales y personalidades de la Santa Sede asistirá este viernes al rito de sellado del féretro del Papa Francisco, en un acto presidido por el cardenal Kevin Farrell, Camarlengo de la Santa Iglesia Romana. Este rito marcará el final del velatorio público en la Basílica de San Pedro en el Vaticano, por donde han pasado miles de personas para despedirse del Pontífice, fallecido el 23 de abril, a los 88 años.
RÍGIDO PROTOCOLO
El rígido protocolo para el funeral de Francisco este sábado, en el que se esperan más de 130 delegaciones internacionales, 50 jefes de Estado y 10 monarcas, es un delicado trabajo diplomático para evitar situaciones conflictivas que seguirá el orden alfabético en francés a la hora de asignar los puestos.
El portavoz vaticano, Matteo Bruni, confirmó la presencia de 130 delegaciones, pero podrían ir aumentado durante la jornada y algunos medios hablan de hasta 170, que irán llegando a lo largo de la tarde.
Las delegaciones entrarán a través de los muros vaticanos por la Puerta del Perugino, donde aparcarán los coches para encaminarse a la plaza de San Pedro y entrar por una acceso lateral, donde serán recibidos por el prefecto de la Casa Pontificia Leonardo Sapienza, antes de que el personal del ceremonial pontificio les acompañe a su posición.
Las delegaciones internacionales se colocarán al lado derecho de la plaza mientras que en lado izquierdo estarán los cardenales.
El protocolo vaticano, que ha tenido duras pruebas durante el funeral de Benedicto XVI o el multitudinario adiós a Juan Pablo II -que contó con 80 Jefes de Estado o Gobierno-, indica que las primeras filas están reservadas a los jefes de Estado, pero con prioridad para las delegaciones italiana, la más multitudinaria con la presencia del presidente, Sergio Mattarella, y la primera ministra, Giorgia Meloni;y la argentina, país natal de Francisco, encabezada por Javier Milei.
Las primeras filas también están dedicadas a las Casas reales católicas, por lo que los reyes de España serán colocados en esa posición junto al resto de monarcas que han anunciado su presencia: Felipe y Matilde de Bélgica, el Gran Duque Enrique y la Gran Duquesa María Teresa de Luxemburgo, los príncipes Alberto y Charlène de Mónaco, y del copríncipe de Andorra, Joan Enric Vives, actual obispo de la Seu de Urgell. Junto a ellos se sentará el Gran Maestre de la Orden de Malta, frey John T. Dunlap.
A continuación los reyes no católicos como Carlos Gustavo de Suecia y la Reina Silvia, y el Príncipe Guillermo de Inglaterra.
Y luego está el complicado juego diplomático de los presidentes que sigue el orden alfabético francés. Donald Trump, junto a su esposa Melania, se encontrará en la misma fila que el francés Emmanuel Macron, pero muy alejado del ucraniano Volodimir Zelensky, quien ha auspiciado una reunión con el presidente estadounidense, pero que será difícil visto que tiene intención de regresar a su país justo después de la misa.
Entre los primeros puestos también figuran el secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres , los representantes de la Unión Europea -con los presidentes del Consejo, de la Comisión y del Parlamento, Antonio Costa, Ursula von der Leyen y Roberta Metsola.
Entre los jefes de Estado más cercanos al altar, siempre en primera fila, estarán los alemanes y austriacos, Frank Walter Steinmeier y Alexander van der Bellen, con sus homólogos albaneses Bajram Begaj y el angoleño João Manuel Gonçalves Lourenç.
También el presidente brasileño, Lula da Silva, junto a la gobernadora general de Canadá, Mary Simon, y los jefes de Estado de Cabo Verde y Chipre, José Maria Pereira Neves y Nikos Christodoulides, así como el presidente de Ecuador, Daniel Noboa.
Un enigma será saber si el expresidente estadounidense Joe Biden , quien confirmó ayer su presencia en Roma debido a su estrecha relación con el papa Francisco, será incluido en la delegación, pero lo que es seguro es que estará filas de atrás respecto a Trump.
En la tercera fila habrá ministros, otros miembros de las delegaciones y embajadores, como será el caso del representante de Israel ante la Santa Sede, Yaron Sideman.