El arzobisbispo de Canterbury ha colocado sobre la cabeza del ya rey la corona de San Eduardo en una solemne ceremonia en la Abadía de Westminster, ante 2.000 invitados entre los que se encontraban, los Reyes de España.
Con el tradicional "Dios Salve al Rey", Carlos III ha sido coronado como rey del Reino Unido y jefe de la iglesia de Inglaterra. El arzobisbispo de Canterbury ha colocado sobre la cabeza del ya rey la corona de San Eduardo en una solemne ceremonia en la Abadía de Westminster, ante 2.000 invitados entre los que se encontraban, los Reyes de España.
Minutos antes de las once y media de la mañana, la carroza conocida como “Diamond Jubilee”, salía del Palacio de Bukhingham hacia la abadía de Wensminster con el Rey Carlos y la Reina Camila. Carlos y Camila no solo reinan en Inglaterra, sino también otros 14 estados cuyos gobernadores han estado presentes en la ceremonia. El arzobispo de Canterbury ha ungido y coronado como reina Consorte a Camila Parker Bowles, que ya es la reina Camila. Así lo pidió Isabel II antes de morir.
En medio de una fina lluvia, y cobijado por una pasarela transparente colocada a las puertas del templo, el rey Carlos y Camila han llegado a la Abadía de Westmister a las 12 de la mañana. Dentro aguardaban 2.300 invitados de todo el mundo, entre ellos, los Reyes de España Felipe y Letizia.

En una ceremonia llena de protocolo y simbolismo, y en la que la música ha ocupado un lugar preferente, el monarca, ataviado con la capa de armiño, ha recibido la Biblia, como jefe de la iglesia anglicana. Posteriormente, tras desvestirse en un panel oculto al público, ha sido ungido con los santos óleos en la cabeza, manos y pecho, con aceite traído de olivos de Jerusalén.
A continuación ha recibido una serie de símbolos, como el orbe que representa el mundo, el cetro con cruz que simboliza el mundo cristiano, y el guante blanco del poder, entre otros. El momento cumbre ha sido a la una y dos minutos, cuando Carlos ha sido coronado a manos del obispo de Canterbury. Tras ese momento crucial, el príncipe heredero Guillerno, que ha asistido con su familia al completo, ha jurado también, y ha besado a su padre. La reina Camina ha sido coronada momentos después, en una ceremonia en la que ha habido muchos rostros conocidos, y que no se repetía desde 1953.
Tras la coronación se han escuchado las salvas de cañón por todo Reino Unido y territorios de ultramar, incluidos todos los buques de la Real Marina Británica. El ministro principal de Gibraltar, Fabián Picardo, ha estado entre los asistentes a la coronación pero, en la Roca, se han escuchado salvas de cañones. La ceremonia se ha seguido de cerca allí con calles engalanadas para la ocasión y pantallas gigantes para no perder detalle del acto.
Poco después ha sido también coronada Camila, primero ungida por el arzobispo de Canterbury que le ha entregado el anillo, el bastón y el cetro con lo que se le concede oficialmente el status de reina.

Es la primera vez en la era moderna en la que la consorte del rey ha elegido una corona ya existente para su coronación, en la que formalmente pasa de ser reina consorte a ser reina. Se trata de la corona de la reina María, que data de 1911. A la corona se le han añadido los diamantes Cullinan III, IV y V, parte del patrimonio personal de la reina Isabel II.
Una vez formalizada la coronación, la reina y el rey se han quitado las coronas y han tomado la comunión, ya que la ceremonia tiene un marcado carácter religioso debido a que Carlos III es jefe de la Iglesia anglicana además de jefe del Estado.