La ausencia de grandes mayorías y la irrupción de VOX configuran un Parlamento nunca visto en Andalucía.
Cinco grupos parlamentarios tendrán que dejar a un lado sus diferencias y negociar para sacar adelante la legislatura.
Con la constitución del Parlamento, arranca la undécima Legislatura que tendrá como clave la necesidad de llegar a acuerdos en un hemiciclo fragmentado en cinco nutridos grupos. No es la Cámara más dividida de nuestra historia, ya que la primera, en 1982, tuvo 6 grupos. Pero no hay duda de que va a ser una de las más complejas de nuestra autonomía. Y lo es por la ausencia de mayorías destacadas y por la irrupción sorpresiva y con fuerza de VOX. La extrema derecha entra por primera vez en una institución en España, y lo hace en el Parlamento andaluz con 12 escaños, y con la llave para un cambio de gobierno tras 36 años ininterrumpidos de ejecutivos socialistas.
Habrá, por tanto, cinco grupos ya que Podemos e Izquierda Unida se presentaron juntos como Adelante Andalucía, una fórmula con la que han perdido 3 escaños -300.000 votos- frente a los 20 que obtuvieron por separado en 2015. Su mejor resultado ha sido en Sevilla, con 4 escaños, seguida de Cádiz y Málaga. Serán 9 mujeres y 8 hombres.
Vox logra grupo propio, con 8 hombres y 4 mujeres, con escaños por todas las provincias, con 2 puestos en cuatro de ellas. Ha obtenido casi 400 MIL votos. Hace tres años, no alcanzó ni los 20.000.
Ciudadanos ha duplicado sus apoyos. Es el grupo que más crece, al pasar de 9 diputados en 2015, cuando se estrenó en la Cámara andaluza, a 21 escaños. Son casi 300.000 votos más, con especial apoyo en Cádiz, Málaga y Sevilla. 11 hombres y 10 mujeres.
El Partido Popular ha evitado la debacle al no producirse el anunciado sorpasso de los naranjas. Se mantiene como segunda fuerza pese a perder 7 escaños y más de 300.000 votos. Sigue como primera fuerza en Almería, donde obtiene 4 puestos los mismos que en Málaga, sumando en total 26 escaños, 13 mujeres y 13 hombres. Es su peor resultado en más de 30 años.
Pero, sin duda, el más damnificado ha sido el PSOE, que registra el peor resultado de su historia en Andalucía. Aunque ha vuelto a ganar en todas las provincias, salvo en Almería, ha perdido casi 400.000 votos, sobre todo en bastiones históricos como Sevilla y Jaén. Su grupo estará formado por 17 hombres y 16 mujeres. Es, por tanto, su victoria más amarga, ya que no cuenta con apoyos suficientes para seguir al frente de la Junta, donde lleva 36 años de forma ininterrumpida.
Muchas son las variables de este vuelco electoral en Andalucía: la baja participación, el castigo a los partidos tradicionales, la austeridad europea, el deseo de cambio,la corrupción, la crisis catalana o la presión migratoria, entre otras. Con la incógnita de si esta mutación del mapa político se traslada al resto de España, la cuestión es que el nuevo Parlamento andaluz es tan complejo que requerirá de mucha negociación por parte de los cinco grupos para sacar adelante la legislatura. La primera prueba de fuego: la composición de la Mesa de la Cámara, donde se evidenciará la voluntad de acuerdo y las alianzas de los distintos grupos.