Sobrevivir al aneurisma cerebral, una de las formas de ictus más graves

No es frecuente sufrir una hemorragia por rotura de aneurisma cerebral, pero sí es una de las formas de ictus más graves que existen. Afecta sobre todo a personas jóvenes y si se sobrevive, conlleva una recuperación muy ardua y lenta. 

Hoy en día se intervienen aneurismas intratables hace años con nuevas técnicas, a través de un cateterismo para tener acceso a la zona dañada del cerebro. Se hace de forma rápida y mínimamente invasiva. Hemos entrado en un quirófano para asistir a una de estas intervenciones. 

Alonso Rodríguez sufrió hace año y medio un aneurisma cerebral. Empezó por un malestar que le derivó en una hemorragia. Se le repitió y entró en coma. Es de ese 5 por ciento de personas que lo sufrió en el espacio subaracnoideo del cerebro. También es de esa minoría que sabe lo que es una vuelta complicada a la normalidad.

El doctor Alejandro González, neurorradiólogo intervencionista, nos invita a presenciar un tratamiento endovascular. A través de un cateterismo por vía femoral tienen acceso a la zona dañada del cerebro, de una forma rápida y mínimamente invasiva.

Los pacientes tienen que recuperar facultades perdidas, como el movimiento o el habla. Sufren cambios bruscos de carácter o un cansancio extremo. Y hay pacientes que no llegan a los 30 años. Toda ayuda se nota. La asociación Dcero HSA ha conseguido organizar el primer congreso nacional de pacientes, que tendrá lugar este próximo lunes en Sevilla.