A un día del 'alumbrao' en la vuelta al formato tradicional con la noche del pescaíto en lunes, en las casetas particulares ya se reúnen las familias y amigos para dar los últimos retoques y adelantarse a la fiesta.
Ya hay ambiente de feria en el Real. En la llamada 'Preferia' se reúnen familias y amigos en sus casetas para apuntalar los últimos detalles y compartir las primeras comidas, cantes y bailes. Y todo, a un día de la noche del pescaíto y el posterior 'alumbrao' de la portada.
La Feria de Abril, que vuelve a su formato tradicional de lunes a domingo, abre sus puertas tras la consulta popular del pasado mayo, convocada por el Ayuntamiento en la que votaron 106.384 personas y el 52 % se decantó por volver a celebrar la cena del pescaíto el lunes por la noche y cerrar las casetas el domingo por la noche.
A las cero horas del próximo martes se encenderán las más de 200.000 bombillas de la portada, y al mismo tiempo se iluminarán los casi 500.000 metros cuadrados de recinto, adornado por unos 90.000 farolillos que se han comenzado a colocar este domingo, para eludir la lluvia que ha caído con intermitencia en los últimos días.
Aunque el arranque oficial de la feria será entonces, la 'Preferia' no tiene horas ni días marcados en el calendario, por lo que miles de personas han llenado ya este fin de semana el Real, ya sea para ultimar los preparativos de las casetas o para celebrar las primeras comidas de los socios y amigos, con la única condición de que las lonas estuviesen cerradas, lo que, dicho sea de paso, no han cumplido todas.
Además, han abierto tres días antes las atracciones infantiles de la Calle del Infierno, de modo que el ambiente este fin de semana en el Real no difiere mucho de un día normal de feria, con el matiz de que no se permite todavía el paso de coches de caballos y sí está abierto el tráfico a los vehículos de montaje de las casetas.
Se prevé que unos dos millones de personas pasen por la Feria de Abril este año, y muchas acudirán atraídas por una fiesta en la que es cierto que muchas casetas solo permiten acceso a socios e invitados, pero cada vez son más las de acceso libre y solo el espectáculo de color en el recinto ya hace que se acuda aunque solo sea por recorrer sus 15 calles.
La Feria se nota en todos los sectores económicos de la ciudad, pero el que más, el hotelero. Ya será muy difícil conseguir una habitación en estos días si no se ha reservado con tiempo, y eso se extiende a los hoteles de las comarcas pegadas a la capital, como el Aljarafe.
El Ayuntamiento activará este lunes el Plan Específico de Emergencia para la Gestión del Tráfico, que entrará en vigor a partir de las 8:00 horas, aunque algunas restricciones en torno al recinto ferial ya se aplica desde este fin de semana.
La Policía Local establecerá 15 puntos de control de acceso a zonas restringidas, así como controles en los accesos a los aparcamientos para abonados, realizados por personal de la empresa que ejecuta la gestión de los mismos. Contará con todos los efectivos de la plantilla durante la feria, de modo que entre todos los servicios habrá cerca de 1.000 agentes operativos.
Los aparcamientos públicos funcionan desde este domingo, con unas 13.000 plazas, y para facilitar el movimiento de personas con movilidad reducida se han formalizado distintos circuitos libres de barreras arquitectónicas.
Los autobuses urbanos de Tussam prevén un aumento de más del 45% respecto de una semana normal, habiéndose planificado para todo el periodo, más de 38.960 horas de servicio, casi un 3 % más que el año pasado, considerando el mismo número y tipo de días.
Y para que todo luzca limpio, Lipasam activa un dispositivo con 591 trabajadores y 113 vehículos, gracias a un refuerzo de 224 trabajadores que atenderá la limpieza en el Real y su área de influencia antes de que comience la Feria, durante su celebración y posteriormente para dar cobertura al proceso de desmontaje.
Con todo, falta solo que se encienda el alumbrado para que dé comienzo oficialmente la feria y ver si funciona el devolver la feria a su formato antiguo, que en Sevilla tiene tantos defensores como detractores.