"Te sientes libre, como que el cuerpo no importa"

Este fin de semana se ha celebrado en la localidad sevillana de La Puebla de los Infantes la vigésimo quinta edición de la Concentración de Paramotores y Feria del Vuelo Las Candelas. Además de la participación de los mejores pilotos de todo el mundo como es habitual, en esta ocasión personas con discapacidad han experimentado por primera vez la sensación de volar gracias a un trike adaptado a sus necesidades.

Hasta La Puebla de los Infantes llegan pilotos de todas partes del mundo que se desplazan ex profeso para participar en este evento, el primero de la temporada en Europa. Entre ellos estarán los mejores especialistas de este deporte como el granadino Ramón Morillas, varias veces campeón del mundo, o los integrantes del equipo nacional de paramotor: Víctor Rodríguez ‘Moncho’, Raúl Rodríguez, Vicente Palmero, Juan Sierra y Karen Skinner, además del andaluz Nico Aubert, que compite con el equipo nacional francés. Todos ellos volverán a hacer las delicias de los muchos espectadores que se acerquen al campo de vuelo, situado en un entorno natural incomparable.

En esta ocasión, además, contamos con la novedad de que las personas con alguna discapacidad podrán volar en un trike y experimentar, acaso por primera vez, la sensación de volar. Será el piloto Daniel Crespo el encargado de hacerlo con un trike adaptado a sus necesidades. La organización ofrecerá estos vuelos de forma gratuita.

A orillas del pantano de José Torán se ubica una gran carpa que acoge los stands de los mejores fabricantes del mundo que aprovechan esta temprana cita del mundo del paramotor para ofrecer sus novedades, de forma que esta feria se ha convertido un auténtico referente para este deporte.

Asimismo, la concentración de Las Candelas convive y se complementa con la fiesta de la que toma el nombre: una ancestral tradición que “incendia” el sábado por la noche La Puebla con decenas de hogueras en las que se quema lo malo y se celebra la próxima llegada de la primavera. Ambos eventos han llegado, después de 25 años, a tal nivel de compenetración que ya no se entienden el uno sin el otro.

El evento se complementa con un concurso de fotografía de Las Candelas y otro de disfraces, dotados de suculentos premios.