La declaración de Torrijos, uno de los tres acusados que rechazó llegar a un acuerdo con el fiscal, ha abierto la tercera jornada del juicio por presuntas irregularidades en adjudicaciones públicas a Fitonovo en Sevilla y Algeciras.
El exprimer teniente de alcalde de Sevilla Antonio Rodrigo Torrijos ha declarado en el juicio del denominado "caso Madeja" que nunca, "en absoluto", pidió dinero a Fitonovo para Izquierda Unida y que "en ningún caso" le consta que esta empresa financiase la campaña del partido de 2011 con 85.000 euros. Para el que fuera líder de Izquierda Unida en Sevilla y número dos en el gobierno municipal de Sánchez Monteseirín, la Fiscalía pide cuatro años de cárcel para él.
La declaración de Torrijos, uno de los tres acusados que rechazó llegar a un acuerdo con el fiscal, ha abierto la tercera jornada del juicio por presuntas irregularidades en adjudicaciones públicas a la empresa Fitonovo en Sevilla y Algeciras (Cádiz) a cambio de supuestas comisiones a altos cargos que celebra la Audiencia Nacional y en el que el PSOE e IU figuran como partícipes a título lucrativo.
Quien fuese primer teniente de alcalde de Sevilla entre 2007 y 2011 ha reiterado en diversas ocasiones que "en ningún caso" le consta que la empresa Fitonovo entregase 70.000 y 85.000 euros entre 2010 y 2011 a Izquierda Unida a cambio de la adjudicación de varios contratos de obras relativos a once campos de fútbol en la capital andaluza.
El fiscal cree que la última entrega de dinero iba destinada a financiar la campaña en la que él mismo iba de cabeza de lista por IU en 2011, y sostiene que Fitonovo habría dado esas cantidades a Antonio Miguel Ruiz Carmona, entonces afiliado de la formación y trabajador municipal, que sí que decidió reconocer los hechos por los que está acusado en la primera sesión del juicio a cambio de reducciones en su petición de condena.
"No me consta y si me hubiera constado habría propuesto al alcalde su cese", ha indicado quien también fuese portavoz del grupo municipal de IU hasta 2013.
"En absoluto" -ha dicho después Torrijos de manera tajante- pidió a la empresa dinero para la formación porque, según su testimonio, ni siquiera conocía a esta mercantil en el momento de los hechos, y ha asegurado que las delegaciones municipales en las que tenía competencias nunca le adjudicaron ningún contrato.
El acusado no ha sabido precisar cuánto costaba en aquellos años una campaña de la formación, pero sí ha resaltado su "humildad organizativa". "Se usaba mas la bicicleta que el coche; se usaba más el trabajo militante", ha añadido.
También se ha desmarcado de la adjudicación que se encuentra bajo sospecha -la instalación de césped artificial en campos de fútbol de Sevilla, adjudicada en 2009 a Fitonovo por el Instituto Municipal de Deportes por 6,9 millones de euros- porque no entraba en sus competencias.