Los padres y la hermana declaran en la segunda sesión del juicio por la muerte de la joven.
La familia pide para el acusado prisión permanente revisable.
El crimen ocurrió en Estepa en junio de 2021.
En la Audiencia de Sevilla se ha celebrado la segunda sesión del juicio por el asesinato de Rocío Cáiz, en la que han declarado los padres y la hermana de la joven de 17 años, vecina de Martín de la Jara (Sevilla).
Lo han hecho protegidos por una mampara para no estar en presencia de Adrián N., el acusado de matar y descuartizar en Estepa en junio de 2021 a la joven, con la que había mantenido una relación sentimental y con la que tenía un hijo en común, que entonces tenía 5 meses.
La familia de la víctima asegura que él siempre la maltrató. También han declarado en esta segunda sesión los agentes que interrogaron al acusado durante el tiempo que permaneció detenido.
El pasado jueves, el acusado manifestó en el juicio con jurado popular que estranguló a Rocío durante una pelea, que no era su "intención" matarla y que después desmembró el cadáver y ocultó las partes porque "necesitaba tiempo" para pensar.
Adrián N. sólo accedió a responder a su abogado y a la fiscal, pero no a las acusaciones particulares ni al representante de la Junta de Andalucía.
La Fiscalía reclama para el acusado 14 años de prisión por un delito de homicidio con las agravantes de parentesco y de género, así como cuatro meses más de cárcel por un delito contra los sentimientos religiosos y respeto a los difuntos, con la agravante de parentesco.
Por su parte, la familia de Rocío Cáiz solicita prisión permanente revisable por delitos de asesinato, maltrato habitual, lesiones, agresión sexual con las agravantes de género y parentesco, así como un delito contra el respeto a los difuntos y otro por suplantación de identidad derivado de haber usado los perfiles de la víctima en redes sociales tras el crimen.