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'La decisión del César' de Blas Malo, una ficción sobre el sueño romano de un túnel bajo el río Betis

El escritor e ingeniero hace en su novela un paralelismo entre el año 106 y la actualidad, cuando otro proyecto, el de los túneles de la SE-40 bajo en Guadalquivir, tampoco llegó a hacerse realidad.   

CANAL SUR MEDIA 25 septiembre 2025

El escritor e ingeniero Blas Malo ha presentado esta semana en el Conjunto Arqueológico de Itálica (Santiponce, Sevilla) su novela 'La decisión del César'. Publicada por la editorial Istoria, es un relato ambientado en el año 106 d.C. que explora la "audacia técnica" del Imperio romano y la corrupción detrás de las grandes obras públicas en un paralelismo con acontecimientos similares de la actualidad.

La obra sitúa al lector en la Provincia Bética, donde Cayo Mumio Secundo, tras fracasar tres veces en las elecciones al duunvirato, decide jugarse el todo por el todo con un proyecto sin precedentes: un túnel bajo el río Betis para unir Itálica e Híspalis (la actual Sevilla). "Las promesas electorales han existido siempre. Pero él necesita prometer algo que puede cumplir. Y detrás de un gran proyecto siempre hay tentaciones de corrupción", señala el autor.

Itálica en el año 106. Paseando por sus calles, Blas Malo imagina a Cayo Mumio Secundo, un ambicioso terrateniente que promete algo que solo él cree posible: la construcción de un túnel bajo el río Betis a mayor gloria del emperador.

Ese hecho histórico del que habla la novela es similar, varios siglos después, al de los conocidos como los túneles de la autovía de circunvalación SE-40, un proyecto en el que el autor trabajó como ingeniero hasta que en 2012 el gobierno lo paralizó y en 2024 descartó definitivamente. De esa frustración personal y con afán de denuncia, nace esta obra.

En Sevilla sucedió como en su novela, donde se desata un debate sobre la conveniencia de que la antigua ciudad romana de Itálica conectara con la de Híspalis con un túnel que atravesara el río, lo que encuentra la oposición del Senado romano y de las fuerzas vivas locales, que prefieren un puente por considerarlo menos complejo y oneroso.

Intrigas, retrasos, desviaciones de presupuesto, comisiones y corruptelas... Todo muy romano. Todo muy actual, concluye el autor.

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