La Catedral de Sevilla, dañada por las cotorras
Sus excrementos deterioran la piedra. Por ello, los conservadores piden un plan de control.
Las cotorras se están convirtiendo en un problema para nuestro patrimonio. En la Catedral de Sevilla anida esta especie invasora. Además de provocar daños en la piedra, desplazan a otras aves autóctonas protegidas.
Aprovechan huecos en la fachada o mechinales para hacer sus nidos. Estos espacios estaban antes ocupados por cernícalos. Con el aumento de la población de cotorras preocupa el daño que sus excrementos provocan en la piedra.
Por eso, los conservadores, como el arquitecto Jaime Navarro Casas, consideran importante actuar antes de que la situación se agrave. El Ayuntamiento ya ha aprobado un nuevo plan de control para esta especie invasora que se desarrollará a partir del verano hasta 2024.
