El Plan Romero pide agua para el Vado del Quema

La Confederación Hidrográfica del Gualdalquivir estudia una petición para llenar de agua el Vado del Quema ante la próxima Romería del Rocío. Lo solicitan los responsables del Plan Romero de la provincia de Sevilla ante la situación que presenta este paraje completamente seco. Se pide caudal suficiente para que los animales puedan beber y facilitar también el tránsito de los peregrinos. Está seco a unos 20 días de que comience el camino el Rocío y es paso obligado de 62 hermandades que hacen el camino de Sevilla.

El responsable del Plan Romero y delegado del Gobierno andaluz en Sevilla ha solicitado a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir que el río Guadiamar tenga caudal para las fechas de la romería a fin de que los animales puedan beber. El agua procedería del rio Agrio, que está al 70 por ciento de su capacidad y cuyos recursos no se destinan al consumo humano. No sería la primera vez que el Vado del Quema recibiera agua procedente de desembalses y tampoco es la primera vez que las hermandades rocieras no lo cruzan. Ya ocurrió cuando el desastre de Aznalcóllar y cuando la lluvia sube mucho el caudal.

Este tipo de aporte de agua se hace de forma natural cuando los rios están secos y se hace por la seguridad y por la salubridad de animales y personas. Esta misma petición ya se llevó a cabo el año pasado, aunque la situación de sequía era menos acuciante que en esta ocasión.

Si sigue sin llover, los rocieros no tendrán agua que cruzar en el Vado del Quema. La estampa tradicional de carretas y romeros mojándose los pies se echará de menos porque no hay ni una gota de agua. 

En este paraje, hoy seco, situado en la localidad sevillana de Aznalcázar, se viven algunos de los momentos más memorables del Rocío con el paso del simpecado de más de 50 hermandades.

Las aguas del Guadiamar, que riega Doñana, hacen aquí un remanso, en el que se suelen dar estampas festivas, pero este año todo está seco, una situación tan anómala que no se recuerda en el lugar.

El templete fue levantado en 1991 para dar la bienvenida al caminante. Este 2023 lo recibirá en medio de un paraje pedregoso a la espera de la ansiada lluvia.