Casarse en tiempo de coronavirus

Este fin de semana hemos asistido como invitados a una boda, la de Alfredo y Ana. No ha sido la boda que habían planificado, pero a pesar de las dificultades por la pandemia, nunca se rindieron. Y gracias a las nuevas tecnologías, han podido convertir su sueño en realidad.

Llegamos a la Hacienda El Visir en la localidad sevillana de Espartinas y encontramos cámaras, equipos de sonido y un espacio acondicionado, con las medidas de seguridad para la celebración de una ceremonia.

Son los instantes previos a la boda de Ana y Alfredo, un enlace que estaba planteado desde hace un año, como una boda tradicional. Pero llegó la pandemia y puso a prueba el tesón de los novios y la capacidad de reacción de la empresa organizadora.

Diferente y cuidando al máximo la seguridad. Entre los asistentes se reparten unos botecitos de gel hidroalcohólico y unas pulseras para que cada cual elija el color: la roja pide máxima distancia, la amarilla, moderación.

Si el planteamiento inicial era que asistieran unos 280 invitados, con las restricciones, no han llegado al centenar. El resto de invitados han tenido la oportunidad de no perderse ni un solo detalle de la ceremonia, desde sus casas vía streaming.

Nos cuentan que a esos asistentes virtuales, les aguarda una sorpresa. A pesar de los contratiempos, este fin de semana Ana y Alfredo, se han convertido en marido y mujer.