Más de 1.300 menores atendidos en Andalucía por riesgo de violencia vicaria
La violencia vicaria puede llegar a convertirse en la forma más extrema de violencia machista, cuando el hombre acaba con la vida del hijo para hacer daño a la madre. "La mata en vida", explica un experto del Instituto Andaluz de la Mujer.
Una red de psicólogos atiende a los niños y adolescentes que han perdido a la madre en casos de violencia de género.
El Instituto Andaluz de la Mujer (IAM) atendió el pasado año a más de 1.300 menores en riesgo de violencia vicaria, es decir, la violencia de género consistente en que el hombre hace daño a los hijos como vía para causar el dolor de la madre.
La violencia vicaria puede convertirse en la herramienta más extrema de la violencia de género, cuando el maltratador hace daño a la madre con el asesinato de sus hijos.
Los datos apuntan a que cada vez más los maltratadores utilizan este medio para hacer el mayor daño posible.
Un equipo de Canal Sur ha analizado este problema con Juan Ignacio Paz, asesor del Instituto Andaluz de la Mujer, especializado en este tipo de casos. Dice que cuando un hombre mata a los hijos también es como si "matara en vida" a la madre.
Juan Ignacio Paz explica la situación de vulnerabilidad en la que quedan los niños que pierden a su madre por violencia de género. "Doblemente huérfano, porque tras matar a la madre el padre huye o se suicida". A pesar del daño grave que estas situaciones provocan en los menores, este experto destaca la capacidad de los niños para recuperarse de los traumas.
Cuando es el pequeño el que muere por violencia vicaria, "el destrozo en las madres es muy profundo, las matan en vida", afirma.
El IAM cuenta con una red de psicólogos que atiende a los menores víctimas de la violencia de género y vicaria.
Pero se da el caso de que cada vez son más las mujeres embarazadas que acuden a los servicios sociales en busca de ayuda por violencia de género.
