Tendría que ocurrir un milagro para que el Málaga no bajara a Primera RFEF.
Está a ocho puntos de la salvación y solo quedan nueve en juego.
No obstante, tanto el entrenador como el director general prometieron luchar por esos puntos.
El Málaga da ya por perdida la permanencia y asume que la próxima temporada jugará Primera RFEF, la antigua Segunda B. Por primera vez en 25 años, jugará en una categoría no profesional. Su entrenador, Sergio Pellicer, pedía perdón, en primer lugar, a la afición. Lo hacía justo después del partido. “Pedir perdón a la afición, y a toda la gente que ha venido. Es un día muy duro”, dijo.
“Llevamos mucho tiempo al límite. Son detalles. Exceptuando el día de Andorra hacíamos muchas cosas bien. Hoy no hemos tenido un buen día. Nos ha faltado mucha más tranquilidad. Estábamos en el camino de pelear, y ahora nos queda calmar los ánimos y pedir perdón. Mi pensamiento es ‘resetear’ un poco y estos tres partidos pelear por los nueve puntos que quedan”, comentaba Pellicer.
El entrenador continuó así con su análisis del 2-0 en contra: “Lo hemos intentado, pero no hay excusa. Tengo que asumir la máxima responsabilidad. Los jugadores lo han intentado, pero creo que nos ha faltado energía; a ellos, ahogarlos, apretar, jugar en campo contrario. No era cuestión de orden, sino de energía”.
El técnico blanquiazul, que admitió que es un día muy difícil a nivel profesional, solo piensa en “ganar contra el Mirandés”. “Es luchar por lo imposible, y dignificar nuestra profesión día a día. Cada uno a dar lo máximo, entrenar al máximo nivel y pelear por los tres puntos. Luchar porque detrás hay mucha gente muy dolida, y ante ese sentimiento solo vale trabajar”, remarcó.
Finalmente, reiteró su mensaje de disculpa y agradecimiento a la afición. “Es algo increíble, no puedo decirles nada. Pedirles perdón. Lo estamos intentando, y darles las gracias. Pensar en el partido del Mirandés. Sabemos la situación, es la que es. Hoy es un día muy duro”, concluyó.
EL DIRECTOR GENERAL TAMBIÉN PIDE PERDÓN
El director general del Málaga, 'Kike' Pérez, ha pedido este lunes "perdón y disculpas" por la temporada tan decepcionante que podría desembocar en el descenso a la Primera RFEF la próxima jornada en La Rosaleda ante el Mirandés, ya que el club está a ocho puntos de la salvación cuando quedan nueve por disputar. En declaraciones a Canal Sur, aseguró que hay que pensar ya en remodelar la estructura de equipo y comenzar a hacer los contratos necesarios.
"Han sido horas durísimas, una noche larguísima. Ha salido el sol y con ganas de ir a La Rosaleda para empezar a trabajar", indicó el vitoriano a la llegada de la expedición malaguista a la ciudad costasoleña tras perder ante la Ponferradina (2-0), aunque señaló que "hay que mirar al futuro y dar las gracias a esa afición tan maravillosa".
Kike Pérez agradeció el apoyo prestado por "las instituciones, que han acompañado y apoyado hasta el final y siguen mostrándolo para la temporada que viene"; y a los patrocinadores, "empresas que han estado ahí estos meses difíciles y han mostrado sus ganas de seguir ahí pasase lo que pasase".
El futuro en la tercera categoría del fútbol español pasa "de puertas para adentro, por construir el Málaga 2023-24" y que "haya un poco de comprensión en un año muy complicado con el desenlace que es y se aceptará lo que pase", admitió.
"No estamos en disposición de pedir nada. Soy optimista, me gusta construir, las críticas las asumo porque me toca por el puesto. Evidentemente, se ha fallado. Queremos ver por qué se ha fallado y queremos que la gente sepa que vamos a intentar solucionar todos estos fallos para volver más fuertes que nunca", aseguró.
"Quedan tres partidos, intentar ganarlos por todo lo que implica y competir hasta el final. Porque el escudo y la institución han de estar por encima de todo, haya pasado lo que haya pasado. Se da por supuesto, pero lo vamos a dar todo hasta el final. Es nuestro deber y lo merece el club", señaló