Han acudido como testigos y a la salida no han querido hablar
Los tres senderistas, que auxiliaron a los padres de Julen el día que el niño cayó al pozo en la finca de Totalán, han contado a la jueza instructora que fueron ellos lo que llamaron a los servicios de emergencias.
Durante algo más de una hora, los tres senderistas, dos hombres y una mujer han dibujado a la jueza la situación que encontraron el 13 de enero a mediodía cuando alertados por los gritos de la familia de Julen se desviaron de su ruta y los auxiliaron.
Era tal la confusión del momento, que ellos llamaron por teléfono a emergencias e incluso por Whatsapp mandaron la ubicación del lugar a la Guardia Civil que poco después se personó en la zona.
Tuvieron que mover elementos de la escena del lugar del accidente, como por ejemplo la mesa y las sillas donde la familia comía para que en la zona pudieran, por ejemplo, aterrizar el helicóptero que llegó.
A su salida no han querido hacer declaraciones como tampoco los abogados del único investigado en la causa y los padres del Julen personados en la misma.
Las próximas citaciones judiciales serán el 12 y 13 de marzo. Esos días declararán también como testigos el pocero, el maquinista que ayuda a hacer el pozo y los primeros agentes de la Guardia civil que llegaron a la finca de Totalán.
La jornada de este miércoles, un día más, ha sido de expectación mediática a las puertas de la Ciudad de la Justicia.