De este a oeste, las olas han alcanzado los cinco metros de altura. La peor parte se la han llevando las playas de la Axarquía, como Torrox o Torredelmar. En la capital la Malagueta, Guadalmar, Sacababech o La Carihuela.
En la zona de El Palo y Pedregalejo hemos visto el paseo marítimo anegado, y piedras que el temporal ha lanzado hasta la zona de aparcamientos.
Los trabajos de limpieza han empezado muy temprano. Incluso algunos bancos están semienterrados en arena por la fuerza del oleaje.
Con la Semana Santa a la vuelta de la esquina y la llegada de muchos visitantes de vacaciones, hay que darse prisa para que las playas recuperen la normalidad.
De este a oeste, las olas han alcanzado los cinco metros de altura. La peor parte se la han llevando las playas de la Axarquía, como Torrox o Torredelmar.
En la capital la Malagueta, Guadalmar, Sacababech o La Carihuela. A pesar del mal tiempo, siempre hay algún valiente que se atreve a desafiar las olas.
El temporal de viento y oleaje en el Mediterráneo mantiene en aviso naranja a las provincias de Málaga y Almería por fenómenos costeros, que han provocado graves daños a muchos chiringuitos de distintas poblaciones del litoral. También hay algunos problemas en Granada y el zonas de Cádiz como es el Campo de Gibraltar.
Es el caso también de Marbella, o Torre del Mar, aunque un equipo del programa Hoy en Día está en Málaga capital comprobando in situ los destrozos en algunos establecimientos a pie de playa.
Sigue este martes el mar mi revuelto y el fuerte oleaje que desde este lunes por la tarde está azotando especialmente la costa malagueña. En algunos bares de la misma Playa de La Malagueta los techos y terrazas superiores se han venido abajo y han quedado inservibles.
El mar ha socavado las estructuras de algunos chiringuitos al llevarse parte de la arena y eso ha provocado no solo el derrumbe de algunas estructuras sino también que las gomas y tuberías de desagüe hayan quedado a la vista.
Y todo esto, a pocos días del comienzo de la Semana Santa, que es como sabemos temporada alta para el negocio por la importante afluencia de turistas y visitantes durante los días de fiesta y vacaciones.
En algunos momentos de la pasada madrugada, el oleaje ha llegado a alcanzar los seis metros de altura, de ahí los daños en los chiringuitos y en la misma base de arena de las distintas playas de muchos enclaves de la provincia.