La justicia federativa impone que el equipo catalán juegue a puerta cerrada sus cuatro primeros partidos oficiales en su estadio y le impone 12 partidos de sanción a su futbolista David Concha por agredir a un asistente.
El juez disciplinario único para competiciones no profesionales de la Federación Española (RFEF) ha acordado imponer una sanción de 4 partidos de clausura al Nou Estadi Costa Daurada y un total de 12 encuentros de suspensión al futbolista David Concha por los incidentes acaecidos en el partido de vuelta de la fase de ascenso a Segunda entre el Nàstic de Tarragona y el Málaga.
El conjunto catalán tendrá que pagar una multa de 9.000 euros y jugar los próximos cuatro partidos oficiales en casa a puerta cerrada "por infracción muy grave producida" en el partido, "por la especial y grave alteración del correcto desarrollo del referido partido de fútbol, considerando muy especialmente el riesgo de la integridad física que sufrieron los árbitros al término del encuentro con la invasión masiva de aficionados locales y posteriormente en su propio vestuario, además de las muy graves amenazas que se profirieron por dirigentes del propio club local contra ellos y sus familiares, conforme al detalle de incidentes que constan en el acta, su anexo y en el Informe de Delegado Federativo".
También le impone dos multas de 602 euros por incidentes leves y otra de 1.000 euros "por la alteración del orden del encuentro, por el lanzamiento de varios balones desde la grada al terreno de juego y apercibimiento de clausura".
Concha, jugador del Nastic, recibe seis encuentros de suspensión "por gritar y gesticular protestando una decisión del árbitro principal y dirigirse hacia uno de los árbitros asistentes con insultos y ofensas verbales", dos más "por no dirigirse al vestuario tras ser expulsado/a, negándose a retirarse"; y cuatro por "manifestar una actitud violenta hacia uno de los árbitros asistentes, lanzándole agua de una botella y vaciándola sobre su cuerpo".
El también futbolista local Ignacio González ha sido sancionado con cinco partidos: uno por doble amonestación; otros dos "por no dirigirse al vestuario tras ser expulsado/a, negándose a retirarse"; otros dos "por protestas a los árbitros tras haber sido expulsado, encontrándose en la boca de vestuarios", y tres "meses de suspensión por agresión contra árbitros/as, directivos/as o autoridades deportivas, tras ser expulsado".
Estas sanciones llegan unos días después de que el Nástic de Tarragona, que no pudo lograr el ascenso al caer en la prolongación de la prórroga ante el Málaga, anunciase que demandaría al colegiado Eder Mallo Fernández por sentirse perjudicado y que había recabado "pruebas suficientes para demandar al colegiado, al menos por negligencia", en tanto que el árbitro en su acta llegó a revelar haber sufrido incluso amenazas de muerte y una agresión del propio David Concha a uno de sus asistentes.