Un recorrido por este espacio que convive con el Hospital de las Cinco Llagas, sede del legislativo andaluz.
El edificio que acoge la institución del Parlamento de Andalucía es un auténtico patrimonio de la ciudad de Sevilla, donde está, y de toda la comunidad en general. Un edificio majestuoso integrado en el urbanismo de la capital y rodeado también de un cuidado entorno con sus jardines. Es el espacio antiguamente conocido como los jardines del Hospital Central. Considerados públicos por excelencia desde tiempos remotos fueron así ratificados después de la última restauración realizada en 2003 por la Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento de Sevilla y por el Parlamento de Andalucía.
En el fondo ha sido la forma, o su intento, de restablecer la relación entre el que fuera hospital durante 400 años y hasta 1972 y la muralla de la ciudad, conocida en este tramo como de la Macarena, haciendo alusión al barrio de la que forma parte identitaria. La terminación de los trabajos de recuperación de la hoy sede parlamentaria concluyó con este nuevo jardín, que que se dotó de cerramientos para su protección, cerrándose por las noches para evitar daños como consecuencia de posible actos vandálicos.
El jardín estaba formado a principios de este siglo por un conjunto de árboles que, sin formar un conjunto ordenado, ocultaba la fachada principal del edificio, reconocida joya renacentista. La remodelación de este espacio, conservando los árboles que se encontraban en buen estado fitosanitario, generó un jardín que permite que el histórico hospital al que anteceden, emerja con toda su grandiosidad arquitectónica.
Los jardines, por los que sentía tanto cariño José Elías Bonells, considerado honoríficamente como "jardinero mayor" de Sevilla, ya fallecido, están delimitados en dos espacios exteriores. Dos áreas diferentes, perfectamente estructuradas. Las características arquitectónicas del edificio determinaron el diseño de la zona más próxima, de acceso restringido, a la fachada principal del Parlamento. Se trata de setos de boj, mirto y rosales que, de esquina a esquina, proporcionan un aspecto clásico y elegante. En uno de sus laterales está colocada una escultura de Hércules, como nos explica Pedro Bencano, jardinero del Parlamento de Andalucía.
El jardín público se encuentra entre esta zona y el acerado urbano frente a otra construcción más histórica, la muralla mencionada así como su cerramiento a determinadas horas para preservar su integridad. Presenta grandes parterres, unos circulares y otros rectagulares que se entrelazan mediante empedrados. Dispone el espacio de ajardinado de palmeras datileras, acacias de tres espinas, naranjos y olivos, tipuanas, un enorme árbol de las lianas y jaboneros de la China o cañas de Indias. Unas especies son autóctonas. Otras no, pero en unos casos por el paso del tiempo y en otros por los cuidados, la adaptación de especies de allende los mares es una realidad.
Lagunaria, algunas jacarandas, celinda de espigas, laureles, lavandas y romero, salvias, orégano francés y rosales también se pueden encontrar en este jardín. Plantas aromáticas en el exterior, que no en los patios interiores del antiguo hospital. Buganvillas, vashingtonias de tronco fino y grueso, hiedras, árboles del fuego, un ceibo, senecios o pitosporos y árboles de Júpiter pueden retrotraernos en el tiempo, recuperar sensaciones vividas o hacer volar la mente y la imaginación más allá de las estrellas.