Con el único paso de un crucificado, y armada con mantillas, costaleros y banda de música, ha contado con más de medio centenar de participantes.
Si las túnicas las hace una trabajadora, el trono lo dona otro. Hay saetas, flores y un recorrido interrumpido por constantes saetas.
En Cambil, Jaén, ha discurrido este martes una de las procesiones más emocionantes de la Semana Santa. Con el único paso de un crucificado, y armada con mantillas, costaleros y banda de música, se ha celebrado en las residencia de discapacitados psíquicos y físicos gravemente afectados del pueblo con la participación de más de medio centenar de personas.
Es un único paso que portan nueve costaleros de la cofradía del Santísimo Cristo de Entrepinares, todos aportan algo. Si las túnicas las hace una trabajadora, el trono lo dona otro. Hay saetas, flores y un recorrido que se interrumpe constantemente porque, desde la calle o desde los balcones de esta residencia de personas con discapacidad, no dejan de cantarle a ese crucificado...