En algunos olivares de Jaén siguen quedando restos de poda
Son un foco que propicia que se extienda la plaga del barrenillo
Es un escarabajo que puede secar los nuevos tallos del olivo
Se llama barrenillo por los restos de serrín que se aprecian en los troncos, como si un barreno las hubiese taladrado. De las larvas que están en el interior de las ramas en mayo sale el insecto que busca los brotes nuevos de la oliva para alimentarse.
Por eso la ley obliga a que desde el 1 de mayo estos restos de poda no deberían estar en el campo. Solo está permitido almacenar en lugares cerrados manera de forma hermética, o enterrados en tierra o agua, para que el insecto no vuele hasta los olivos. Aunque es una plaga secundaria del olivar porque se puede controlar, hay que tomar medidas.
El problema se agrava porque ya hay riesgo de incendio. Para quemar estas ramas el agricultor debe informar a la Junta de Andalucía, y la quema debe ser supervisada por un agente de Medio Ambiente.