En Jamilena el agua ha echado a perder más de la mitad de los ajos que ya están cortados, que ya no se podrán vender por el buen precio que había alcanzado el producto.
La lluvia caída en los últimos días en la provincia de Jaén ha dañado gran parte de la cosecha del ajo.
Estamos en plena campaña y estos días toca cortar y secar las variedades más tempranas. Una tarea que no contaba con una lluvia que ha caído a destiempo y que ha provocado daños en buena parte de la cosecha.
En lugares como Jamilena el agua ha echado a perder más de la mitad de los ajos que ya están cortados, que ya no se podrán vender por el buen precio que había alcanzado el producto.
El ajo "spring blanco" es uno de los primeros que se recoge en Andalucía. Los que se cortaron antes de que empezara a llover se secaron sin problema en el campo. A los que todavía estaban sin cortar cuando la lluvia hizo acto de presencia ya no se les podrá sacar beneficio.
La Asociación de Ajeros de Jaén calcula que el 60 por ciento de la cosecha de las variedades más tempranas ha sufrido daños. Buena parte se ha tenido que secar en los almacenes para atender los pedidos ya comprometidos.
Un tiempo del revés que ha enfriado también el buen precio que se pagaba por el ajo andaluz, el primero de temporada en toda Europa. Su precio en origen rondaba el euro con quince céntimos el kilo.
Ahora la esperanza está en el ajo morado. Parece que el sol le vendrá de cara a esta variedad que aún está en la tierra y que sí ha aprovechado las impropias lluvias de junio.