La lluvia ha dejado más de 100 litros de agua por metro cuadrado en la cabecera del río, el principal proveedor natural de agua a Doñana.
Está activado aviso naranja por el peligro que supone las crecidas a su paso por el Vado del Quema en la localidad sevillana de Aznalcázar.
Las copiosas lluvias de los últimos días han propiciado una espectacular crecida del río Guadiamar, que fluye con un fuerte caudal por el Vado del Quema en Aznalcázar.
Precisamente la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir ha establecido un aviso naranja en torno al río Guadiamar en esta localidad sevillana, ante la crecida provocada por los aportes de agua de los últimos días por la borrasca Garoé, sobre todo en el tramo que llega al Parque Nacional de Doñana.
El Ayuntamiento ha avisado en sus redes sociales de que esa crecida hace que sea peligroso estar junto al río o circular en sus inmediaciones, de modo que se ha establecido el nivel de aviso naranja.
La lluvia ha dejado más de 100 litros de agua por metro cuadrado en la cabecera del río, el principal proveedor natural de agua a Doñana desde la provincia de Sevilla, lo que garantiza la llegada de nuevos aportes de agua al Parque Nacional en estos días.
Para que el Guadiamar llegue con cauce a Doñana es necesario que caigan como mínimo 50 litros, de forma que el balance del paso de Garoé se considera muy importante en este sentido.
El Guadiamar nace cerca de El Castillo de las Guardas (Sevilla) y discurre por varios municipios sevillanos, como Gerena, Sanlúcar la Mayor, Olivares, Benacazón y Aznalcázar, donde se encuentra el Vado del Quema, para llegar al Guadalquivir en Isla Mayor, a las mismas puertas del parque de Doñana.