El incendio prevalece en la memoria de los vecinos de Nerva. El fuego arrasó este verano 1800 hectáreas. Ya están en marcha las obras de urgencia para la restauración de la zona afectada. El objetivo: evitar la erosión del terreno y la aparición de plagas.
La cuadrillas cortan y retiran los árboles quemados. Están sirviendo para construir barreras y pequeños diques en el cauce del río. Se pretende evitar la erosión del terreno cuando lleguen las primeras lluvias. De las casi 1.800 hectáreas que ardieron el pasado verano, se va a actuar en unas 600 de monte público.
Esta obras de emergencia van a contar con una inversión de un millón de euros que aportan al 50 por ciento gobierno central y autonómico. A los operarios de la emprsa pública TRAGSA se sumará mano de obra local.
Especies como estas adelfas ya están rebrotando entre las cenizas. Habrá que esperar varias décadas para ver este paisaje es su estado original.