Las huellas de pisadas encontradas en el Asperillo son mucho más antiguas de lo que se calculaba.
Los arqueólogos las sitúan en el Pleistoceno medio.
Los restos arqueológicos de la playa de Matalascañas son de hace 300.000 años, mucho más antiguos de lo que se pensaba hace un año, cuando fueron descubiertos. Corresponden a una etapa tan remota como el Pleistoceno medio, lo que coloca al paraje como el tercer yacimiento más antiguo de homínidos a nivel mundial.
Se trata de casi un centenar de pisadas, cubiertas habitualmente por las aguas en la playa onubense del Asperillo, en Matalascañas. Solo durante la bajamar es posible localizarlas. En la época en la que han sido datadas, la línea de costa estaría unos 80 kilómetros mar adentro.
Los expertos las remiten a un periodo anterior a los neandertales. El equipo de investigadores se ha ampliado hasta ocho, procedentes de varias universidades de dentro y fuera del país.