El pesimismo se apodera del Granada
La contundente derrota en casa, la dificultad para vender a los jugadores con fichas más altas y la imposibilidad de inscribir a los fichajes ha desatado las dudas en un club que tiene la misión de ascender.
No ha empezado bien la temporada para el Granada y no es solo por la derrota en Los Cármenes en el estreno ante el Deportivo (1-3), que también. La afición granadinista está descontenta y preocupada con la gestión del club, que aún no ha podido inscribir a sus por ahora escasos cuatro fichajes.
Pacheta se lleva a todos los refuerzos a Ipurúa para enfrentarse al Eibar a la espera de que antes del partido alguno pueda ser inscrito en la Liga de Fútbol Profesional. Pero para ello hay que liberar masa salarial y en ese sentido se está a la espera de que fructifiquen los traspasos de los delanteros Weismann y Boyé.
"Mi foco está en los jugadores que tengo, que son los importantes, pero eso no quita para que deba tener las suficientes miras como para que pase cualquier cosa. Tengo que estar preparado para cualquier tipo de escenario", indicó al respecto.
El técnico ha mostrado su confianza en el proyecto por el vestuario con el que dice contar. Y en este sentido ve el vaso medio lleno y augura un proyecto "chulo". "El mensaje que quiero mandar es que el proceso será duro, pero es chulo, con chicos jóvenes que pagarán peajes como los del partido con el Deportivo de La Coruña, pero mi trabajo es empujar y trabajar”, aseveró.
El técnico burgalés comprende el desasosiego de la afición en los compases iniciales de la competición con mucho por hacer todavía en cuanto al diseño del plantel. "Tenemos una comunión estupenda y por eso soy tan optimista en que el equipo va a crecer. Estoy muy ilusionado, aunque entiendo lo que hay alrededor", afirmó.
