Europiel, situado en un conocido centro comercial del área metropolitana, ha cerrado sus puertas sin previo aviso a sus clientes.
FACUA recomienda a los afectados presentar una reclamación para poder recuperar el dinero de los tratamientos y bonos pendientes.
Cientos de granadinos denuncian la estafa de la clínica de depilación láser Europiel, que ha cerrado sin previo aviso, dejando a sus clientes sin poder usar la totalidad de bonos adquiridos para gastar a largo plazo. FACUA recomienda a los afectados denunciar ante las fuerzas de seguridad para poder recuperar el dinero.
María José Sánchez es una de las afectadas. Contrató depilación completa con las sesiones necesarias por 1.200 euros. Fue hace un año y en este tiempo solo ha recibido 6 sesiones. Asegura que desde el primer día fue difícil conseguir cita.
José Ángel Arráez Navas también se siente estafado. Ya ha puesto dos denuncias ante la Guardia Civil. La primera en el momento del contrato, por haberle cobrado mil euros dos veces. Aunque consiguió la devolución del dinero cobrado de más, el calvario siguió con el servicio prestado.
Los clientes de Europiel, una franquicia con matriz en México que tiene 3 clínicas en Andalucía, dos en Málaga y una en Sevilla, además de la que ha cerrado en Granada, aseguran que intentan contactar con la empresa, pero sin éxito.
Y esto es lo que se encuentran cuando acuden personalmente a la clínica: desde el miércoles de la semana pasada el espacio ya está ocupado por otra empresa. El centro, especialista en eliminación de vello, se encontraba situado en un conocido centro comercial del área metropolitana de Granada.
Desde FACUA recomiendan presentar una denuncia y guardar el historial clínico para poder reclamar el dinero en caso de que la empresa entre en concurso de acreedores. Mar Solera Valero, presidenta de FACUA Granada, pide además más control de las clínicas estéticas.
En caso de que los tratamientos se hayan abonado mediante una financiación bancaria, vinculada al contrato firmado con el centro, FACUA recuerda que los usuarios también deben presentar una reclamación a la entidad bancaria con la que hayan suscrito el préstamo, informándoles del cese de actividad del centro y exigiéndole, por ello, la paralización del cobro de los recibos.
También pide a los usuarios que conserven toda la documentación relativa a los pagos y el contrato hasta que hayan recuperado todo el dinero.