El párraco no va a poder seguir oficiando misas en las provincia y abandonará la casa parroquial donde residía
Ya se le ha buscado sustituto para ponerse al frente de las parroquias de las que él se ocupaba, todas en la Axarquía malagueña
El Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 2 de Málaga será el encargado de investigar la denuncia por acoso
El sacerdote acusado de quebrantar una orden de alejamiento a su supuesta pareja, no ejercerá en la Diócesis de Málaga y ha tenido que abandonar definitivamente la casa parroquial, donde ha residido en los últimos años y no podrá celebrar misa en Málaga. Según el obispado ya hay un sustituto que comenzará con su labor en breve.
El Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 2 de Málaga será el encargado de investigar finalmente la denuncia por acoso.
El cura estaba hasta ahora como párroco de las localidades malagueñas de Canillas de Aceituno, Sedella y Salares.
La Guardia Civil detuvo esta semana a dicho cura por el presunto quebrantamiento de una orden de alejamiento tras la denuncia interpuesta por una mujer, también de nacionalidad venezolana, que dice haber convivido con él siendo ambos pareja.
A raíz de conocerse esta investigación, la Diócesis de Málaga señaló a través de un comunicado "tanto el sacerdote como la señora que lo acusa se denunciaron mutuamente por acoso; solo le impusieron a él la orden de alejamiento".
Así, indicaron que desconocían la existencia de dicha orden de alejamiento y apuntaron que, según su abogado, en calidad de defensa particular, el sacerdote, que estaba de retiro unos días fuera de su pueblo, no ha quebrantado ninguna medida.
"El Obispado conocía las desavenencias entre ambas personas, pero no podía intervenir al tratarse de cuestiones personales entre dos mayores de edad. Además, desconocía la existencia de la orden de alejamiento", añadieron en ese momento.
Según apuntaron, los hechos están en fase de investigación y, "por tanto, hay que esperar a que finalice la instrucción de este procedimiento para hacer una justa valoración". Desde la defensa han insistido en negar los hechos por los que se investiga a este cura, que depende de una diócesis de su país, Venezuela.
Por parte de la mujer consta una denuncia ante la Policía de Torremolinos (Málaga) y también otra en octubre de 2022 en la comisaría de Ciudad Lineal, en Madrid, ciudad a la que se mudó tras las supuestas desavenencias con el sacerdote.
Un juez había decretado una orden de alejamiento tras abrir una investigación por supuesto acoso con llamadas de teléfono a esta mujer, así como el envío de mensajes en los que le reclamaba que regresara a Málaga.
La detención se llevó a cabo por parte de la Guardia Civil tras denunciar este mujer un incidente cuando conducía en la autovía A-7, a la altura de un centro comercial de Rincón de la Victoria (Málaga), y el hombre se habría situado con su coche al lado, tras lo que aminoró la velocidad y luego aceleró, dándole además de forma puntual luces largas, en una actitud que mantuvo durante la conducción por la citada vía durante un tiempo.