Menos mal que un bañista lo encontró, y la policía local de Chipiona lo recogió y lo llevó de vuelta a Costa Ballena con sus atribulados padres.
Las playas son lugares donde hay que tener mil ojos para vigilar a los niños pequeños, sobre todo aquellas muy populares donde la afluencia es importante en estos días de verano.
Cuando se pierden, normalmente aparecen con cierta rapidez, como le ocurrió a Alejandro, de 4 años, que se perdió en Rota y apareció en Chipiona. Pero unos pequeños consejos nos pueden ayudar a evitar una situación angustiosa.
Cuando tienes 4 años y te encanta recoger conchas en la orilla, no entiendes de fronteras entre los pueblos. Le pasó a Alejandro, que en su búsqueda de tesoros marinos, pasó de una playa de Rota a otra de Chipiona.
Menos mal que un bañista lo encontró y la policía local de Chipiona lo recogió y lo llevó de vuelta a Costa Ballena con sus atribulados padres.
Lo que ha vivido Alejandro no es nada raro que ocurra en la playa. Por eso, si vamos con niños pequeños, unos simples consejos nos salvarán de un gran susto.