Queda prohibido regar jardines, baldear, llenar piscinas y lavar vehículos con agua potable.
Cádiz es la provincia con el nivel de agua embalsada más bajo del país.
A pesar de la lluvia caída días atrás, la sequía sigue siendo un problema grave. Cádiz es la provincia con el nivel de agua embalsada más bajo del país. Puerto Real es el último de los municipios gaditanos en sumarse a las restricciones de agua, y con condiciones de recargo en la factura a los consumidores que la desperdicien.
A partir de ahora queda prohibido el uso de agua potable para regar zonas verdes y jardines, ya sean públicos o privados, para la limpieza y el baldeo de calles y aceras, para llenar piscinas, o estanques y fuentes sin circuito cerrado, así como para lavar vehículos con manguera. Las bocas de riego han sido inhabilitadas.
El ayuntamiento busca conseguir una reducción de agua urbana del 20 por ciento y también concienciar a los ciudadanos acerca de un uso responsable de los recursos. Así, pide que se consuman solo 100 litros de agua por habitante y día. Y avisa de que sancionará o aplicará recargos en las factura de agua excesivas.
Muchos vecinos se han adelantado al bando y toman sus propias medidas para no desperdiciar agua.
La demarcación del Guadalete-Barbate, de la que bebe Puerto Real, ha sido declarada por la Junta de Andalucía en situación de extrema sequía desde octubre y presenta niveles de agua embalsada de entre los más bajos del país.