Con las escuchas, el juicio por el hundimiento del pesquero entra en su recta final.
A pesar de que en el barco navegaban dos familiares suyos, a Pedro Samuel Maza no se le quebró la voz en ningún momento y llegó a mentir a Salvamento Marítimo.
Las escuchas ponen en evidencia las contradicciones en las que incurrió el patrón del Rua Mar en las horas previas y posteriores al hundimiento del pesquero en 2020. En la octava sesión del juicio en la Audiencia de Algeciras, se ha podido escuchar a un Pedro Samuel Maza tranquilo, que no pierde los nervios en ninguna de las comunicaciones que mantuvo la madrugada del 23 de enero con Salvamento Marítimo.
A pesar de que en el barco navegaban dos familiares suyos, a Pedro Samuel Maza no se le quebró la voz en toda aquella fatídica noche del 23 de enero. Tuvo, además, la frialdad de mentir a Salvamento Marítimo. Les dijo que no había hablado con el patrón desde que salieran a faenar por la mañana pero hoy se ha podido escuchar cómo recibe la llamada de su tío a las seis y media de la tarde comunicándole que tenían una avería. Por cierto, que lo primero que le pregunta es si lo "habían podido guardar todo".
El armador y principal encausado también ofreció diversas versiones a Salvamento sobre cuándo debían regresar a puerto. Primero dijo que no lo sabía pero tres cuartos de hora más tarde admitió que, en realidad, debían haber vuelto esa misma noche. En esta sesión, los pinchazos telefónicos y las escuchas captadas desde el interior de su vehículo han puesto de manifiesto que la Policía venía investigando a Maza desde finales del 2018 por su presunta implicación con la introducción de hachís a través de pesqueros por el clan de los Pantoja.