Diez encapuchados entraron de madrugada, maniataron a la familia que vive allí, dieron una paliza al padre y su hijo adolescente los dos están bien pero necesitaron asistencia sanitaria
Los asaltantes hicieron uso de la violencia sin ningún miramiento, pincharon las ruedas de los vehículos que había en la finca y se llevaron todos los teléfonos móviles para evitar que las víctimas les siguiesen o llamasen a la Guardia Civil, que ya investiga lo sucedido.
El botín, 97 gallos de pelea, está valorado en decenas de miles de euros.