Nueve personas están acusadas de pertenecer a una organización criminal y del homicidio del propietario de un invernadero.
En la plantación, situada en el barrio de La Cañada, se cultivaba marihuana terapéutica.
En la Audiencia de Almería ha comenzado este lunes la vista oral con jurado popular contra nueve acusados, que se enfrentan a penas de hasta 40 años de prisión, por presuntamente disparar contra tres hermanos propietarios de una producción de cáñamo industrial, al creer que era marihuana y querer robarla, lo que provocó la muerte de uno de los perjudicados.
La calificación del fiscal sostiene que los acusados se dirigieron el 30 de septiembre de 2020 a un invernadero ubicado en el Cortijo Vidal del Paraje Cintas, en el camino del cementerio del barrio de La Cañada de San Urbano de Almería.
Según el Ministerio Público, su intención era sustraer del interior de la finca lo que "ellos creían que era marihuana" y que en realidad era cáñamo industrial. Llegaron a dicho lugar presuntamente con una "navaja o pincho" en poder de uno de ellos y con una pistola del calibre 22 en manos de otros dos, armas que presuntamente había acordado utilizar "si fuese necesario" para sustraer la supuesta marihuana.
Una vez allí, habrían tapado sus rostros con pasamontañas y capuchas para acto seguido acceder al invernadero tras romper una de las bandas. Los hermanos propietarios de la finca trabajaban dentro en ese momento con otras personas, y al escuchar el ruido se acercaron a ver qué es lo que ocurría.
Fue entonces cuando, de acuerdo al fiscal, los acusados comenzaron a disparar hacia dentro y apuntaron a los tres hermanos con "intención de acabar con sus vidas, realizando al menos siete disparos". Uno de los proyectiles alcanzó a uno de los hermanos, de 49 años, que murió en el lugar. Otro de los hermanos sufrió heridas que "le hubiesen producido la muerte si no hubiese sido atendido de urgencia", mientras que el tercero sufrió heridas de menor consideración.
Cuando el resto de personas que había el invernadero acudieron alertadas por los disparos, los presuntos autores huyeron del lugar sin llegar a sustraer nada.
La Fiscalía acusa a los procesados por un delito de homicidio consumado, otros dos en grado de tentativa, un delito de robo con violencia con uso de arma de fuego, otro de pertenencia a organización criminal y un sexto delito de tenencia ilícita de armas, por los que reclama penas de 39 años y medio de prisión para siete de ellos, y de hasta 40 años de cárcel para otros dos que cuentan con antecedentes.
Asimismo, reclama que abonen 179.783 euros de indemnización por las lesiones y secuelas que sufren los dos hermanos que siguen con vida, así como por los daños morales causados a estos dos y a los padres del fallecido.