Es el mayor prestamista del mundo. También contribuyó a financiar los metros de Sevilla, Granada y Málaga
El Banco Europeo de Inversiones es el mayor prestamista del mundo. Proporciona financiación y experiencia a proyectos de inversión sostenible. En Andalucía ha contribuído a financiar, entre otras cosas, los metros de Sevilla, Granada y Málaga.
Es el banco de la Unión Europea, con sede en Luxemburgo. Sus accionistas son los estados miembros, y por tanto representa sus intereses. Su misión es contribuir al desarrollo equilibrado y estable del mercado interior de la Unión. Es el mayor prestamista y prestatario no solo de Europa, sino del mundo, como nos explica Manuel Alejandro Cardenete, catedrático de Economía.
A 31 de octubre, la deuda viva de la Junta de Andalucía por préstamos con el Banco Europeo de Inversiones ascendía a 1.713 millones euros, un 4,7% de la cartera de deuda, lo que lo convierte en el financiador más importante en préstamos al márgen de otros mecanimos. Eso sin contar los 190 millones de euros en préstamos para la financiación del metro de Granada y de los de Sevilla y Málaga a través de créditos al concesionario.
Además se han formalizado contratos para la financiación de proyectos medioambientales, de educación y universidades. Los últimos préstamos, financiados en 2022, se destinaron a cofinanciar inversiones prioritarias de programas europeos para los sectores agrícola y forestal.
Una andaluza, Magadalena Álvarez, fue vicepresidenta del Banco Europeo de Inversiones entre los años 2010 a 2014. Un puesto al que accedió como titular del Ministerio de Fomento del Gobierno de José Luís Rodríguez Zapatero. Anteriormente fue consejera de Economía de la Junta con PSOE. Se vió obligada a dimitir de su cargo en el Banco Europeo de Inversiones trás su imputación en el caso de los ERE.
EL BEI, BRAZO FINANCIERO DE LA UE
Creado en 1958 y con sede en Luxemburgo, la misión del BEI es proporcionar préstamos y avales a proyectos de todos los sectores que busquen el desarrollo de las regiones europeas, la modernización o reconversión de empresas, el desarrollo de nuevas actividades, o proyectos de interés común para varios Estados y, cada vez más, en el exterior.
Aunque inicialmente surgió para impulsar la cohesión en Europa, en los últimos años ha ido ganando competencias: desde movilizar financiación a empresas tras la crisis de 2008, hasta financiar la lucha contra el cambio climático, pasando por el apoyo al desarrollo de vacunas durante la pandemia o la canalización del apoyo a Ucrania por la guerra.
Sólo el año pasado, firmó acuerdos de financiación por 72.500 millones de euros y actualmente roza los 230.000 millones de euros en acuerdos con España desde los primeros préstamos para empresas españolas en 1981.