El exministro no podrá ejercer desde la cárcel aunque seguirá siendo diputado.
Con su ausencia aumentaría hasta cinco los diputados que necesita Sánchez para alcanzar la mayoría absoluta.
El futuro inmediato de Ábalos no solo tendrá consecuencias directas para él. También para el funcionamiento del Congreso y para la estabilidad del Gobierno. Para empezar, si entra en prisión, perderá su sueldo, 5.000 euros al mes, mantendrá su acta de diputado, pero no podrá ejercer como tal, es decir, no podrá votar.
Y aquí es donde su estancia en la cárcel puede complicar las cosas al ejecutivo. ¿Por qué? Pues porque, si no puede votar, es un diputado menos en la lista de apoyos de Pedro Sánchez en la cámara que pasaría de los 179 votos conseguidos para la investidura, a los 171, tras la ruptura y con Junts. Cinco votos menos del límite de la mayoría absoluta.