El atacante hizo estallar una bomba casera en la cafetería de su instituto y abrió fuego indiscriminadamente con un fusil de asalto, causando 17 muertos y suicidándose después. Las autoridades no le atribuyen una motivación terrorista.
Además de las 17 personas víctimas de disparos y del propio agresor, también adolescente, hay medio centenar de heridos. La masacre ha tenido lugar en la ciudad de Kerch, en la península de Crimea, un territorio anexionado a la fuerza por Vladimir Putin en 2014.
El Comité Nacional Antiterrorista ruso no descarta que hayan intervenido otros atacantes, aunque las autoridades de la región se inclinan por calificar los hechos como asesinato en masa, sin motivación terrorista.