Toulouse y sus encantos, acompañados de dos sanitarias malagueñas muy viajeras

Ana Cerezo y Beatriz Lara son dos trotamundos malagueñas. Llevan 2 años en Toulouse, ciudad en la que ya habían estado tras su primera aventura en Normandía y a la que ambas han vuelto tras un periplo que las ha llevado a visitar cerca de una treintena de países.

Toulouse es una ciudad que acogió tras la Guerra Civil española a más de cien mil republicanos huidos, en la actualidad el diez por ciento de la población es de origen español. Con Ana Cerezo visitamos la Cruz de Languedoc, con sus doce puntas, fue el sello de los condes de Toulouse y hoy símbolo de la región. Nos detenemos en el Capitolio que ha sido desde su apertura en el siglo XII la sede del poder político en la ciudad. La plaza del Capitolio es el centro neurálgico y punto habitual de reunión; aquí está la oficina de turismo.

La historia de Ana es la de una persona con ganas de aventura, tras acabar la carrera se lanzó a viajar por el mundo con dos amigas, sin trabajo y con solo una maleta. Su destino siempre ha estado unido al de Beatriz Lara, una malagueña del barrio de Huelin que echa de menos a la familia y la comida española.

Ambas nos explican que la Seguridad Social francesa cubre los servicios de fisioterapia, por lo que el desempleo en el sector es casi nulo. Los salarios de estos especialistas sanitarios rondan los 2000 euros al mes. En la actualidad, Ana trabaja en residencias de mayores y Bea en una clínica instalada en un antiguo palacete del siglo XVI.

Lo que más aprecian estas andaluzas es el carácter abierto y cercano de los tolosanos. Después de una vida errante, Ana habla de echar raíces en Toulouse, ya que en esta ciudad francesa ha encontrado el amor.