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Terremoto en Marruecos, balance de la tragedia

El terremoto de Marruecos deja más de 3.000 muertos y reduce a escombros a numerosas aldeas. "Los Reporteros" se adentran en esta tragedia que agudiza la pobreza de ese otro Marruecos alejado de los circuitos turísticos. Centenares de localidades devastadas e infinidad de familias abandonadas a su suerte. Y nos preguntamos: ¿Podría producirse un fenómeno así en nuestra tierra?

CANAL SUR MEDIA 16 septiembre 2023

El terremoto de Marruecos deja más de 3.000 muertos y reduce a escombros a numerosas aldeas. Una tragedia que ahonda en la pobreza de ese otro Marruecos alejado de los circuitos turísticos. Centenares de localidades devastadas e infinidad de familias abandonadas a su suerte. En nuestro país vecino fue un seísmo insólito que llegó a percibirse en Andalucía. Y nos preguntamos ¿Podría producirse un fenómeno así en nuestra tierra?

Fueron treinta segundos. Treinta segundos que bastaron para sembrar la muerte y la destrucción. Para matar a miles de personas, acabar con pueblos enteros y dañar edificios de la histórica medina de Marraquech, Patrimonio de la Humanidad. Pero el terremoto más violento que recuerda Marruecos ha dejado también al descubierto las enormes grietas de un país dividido por un abismo económico y social. Una falla que suele pasar desapercibida a la mirada del turista aunque, en una catástrofe como ésta, ha marcado la diferencia entre la vida y la muerte.

El terremoto ha dejado a la vista la brecha que separa el Marruecos de los circuitos turísticos del que suele quedar al margen: el de la pobreza. Las más afectadas han sido las aldeas de la provincia de Al Hauz, al suroeste de Marraquech, a más de mil metros de altitud en la cordillera del Atlas.

La ayuda llega con cuentagotas. Ha sido la sociedad civil la que se ha movilizado repartiendo alimentos, ropa...y acudiendo de forma masiva a donar sangre. Un gesto al que se sumó el Rey, eso sí, cuatro cuatro días después del seísmo. En un país donde pocos se atreven a opinar en público sobre el monarca, las críticas han arreciado por la tardanza de la actuación de su ejecutivo.

El gobierno marroquí ha recibido numerosas propuestas internacionales para el envío de ayuda pero solo ha aceptado las de España, Qatar, Emiratos Árabes y Reino Unido, excluyendo, entre otras, la ofrecida por Francia. Y eso que fue precisamente en su lujosa residencia de París donde Mohamed VI recibió la noticia del terremoto.

Eran las once y once minutos de la noche del viernes 8 de septiembre cuando la tierra tembló en Marruecos. Un violento seísmo de magnitud seis con ocho y a poco más de 18 km de profundidad con epicentro en Ighil, a unos sesenta kilómetros de Marraquech. A muchos les sorprendió durmiendo y a otros disfrutando de sus vacaciones. No hay registros de un terremoto similar en más de un siglo. En 1960, Agadir sufrió uno de menor magnitud que, sin embargo, causó la muerte de 15.000 personas. Los más recientes han ocurrido al norte del país, la zona sísmica por excelencia. El de Alhucemas de 2004 mató a más de 600 personas.

Después de conocer el alcance de la tragedia, inmediatamente dirigimos la mirada a nuestro entorno más cercano. Y surgieron los inevitables temores: ¿Puede pasar en Andalucía? En Granada, a través de 90 estaciones repartidas por toda Andalucía, tienen todos los datos. Mercedes Feriche, responsable Área de Prevención Sísmica del Instituto Andaluz de Geofísica, dice lo siguiente: "Podría ocurrir un terremoto como el de Marruecos en Andalucía. De hecho, históricamente han ocurrido, como los de 1431 en Granada y el más reciente, el de 1884, llamado terremoto de Andalucía en Alhama de Granada. Este terremoto se le estima a una magnitud de en torno a 6.8, como el terremoto de Marruecos.Y alcanzó una intensidad 10, produciendo casi casi 1.500 muertos".

En los pueblos del Atlas no cesan de cavar tumbas. Quienes han sobrevivido lo han perdido todo. La pregunta sin respuesta es cómo saldrán adelante en estas condiciones. Las pérdidas humanas no tienen precio; las económicas, según primeras estimaciones, superan los diez mil millones de dólares. Recuperar el turismo, que representa el 11% del PIB del país, es prioritario. El miedo tras el impacto del terremoto pasará. Más temprano que tarde, los turistas volverán a pisar las calles de Marraquech. Pero, cuando se vayan las cámaras y cambie el epicentro de la atención informativa, los pueblos del Atlas corren el riesgo de un segundo seísmo: el del olvido.

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