Los insectos pueden causar mucho daño a la reses, pero también las espigas que le salten a los ojos. Para evitar que les cause daños se traslada el ganado para revisarles la vista.
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Las espigas son mucho más peligrosas de lo que parecen para la salud de la ganadería brava. El pasto, sobre todo en época estival, puede saltar a los ojos del animal y provocarle pérdida de visión.
Para evitar estos daños, y a la vez rociarlas con productos que alejen a los insectos, las ganaderías trasladan con la ayuda guía de los bueyes, a las vacas bravas a los corrales para examinarlas.
Es un traslado difícil, pero una vez allí protegen a los animales y revisan sus ojos para comprobar que todo está en orden.
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