En las provincias de Córdoba, Málaga y Huelva sus denominaciones de origen vinícolas han llevado a cabo un proceso para definir mejor como son sus tierras y sus vinos. Quieren destacar su calidad superior y obtener mayor margen comercial.
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El término Pago en un viñedo se emplea para referirse a una finca de explotación vinícola con un terreno y clima excepcionales que hace que sus caldos tengan un carácter único y particular. Desde la Fundación Control de Calidad Agroalimentaria de Andalucía se ha puesto en marcha el proyecto Gopagos en las denominaciones de origen Montilla-Moriles, Málaga, Sierras de Málaga y Condado de Huelva.
Gopagos tiene como objetivo definir el territorio y digitalizar la gestión del sector del vino tradicional andaluz. Una labor que ya se ha hecho en otras destacadas zonas vinícolas internacionales para darles más valor.
Para definir la composición y naturaleza de los suelos y qué variedades de uvas son las más apropiadas para cada uno de ellos ha sido fundamental la intervención de la universidad de Córdoba.
En la actualidad las denominaciones de origen Montilla-Moriles, Málaga, Sierras de Málaga y Condado de Huelva ocupan en torno a diez mil hectáreas, agrupan a unos 3.500 agricultores y hay un centenar de operadores, entre bodegas y cooperativas. Ahora con un objetivo común.