Naciones Unidas ha seleccionado a una empresa española, Ficosterra, para participar en el programa Ocean Innovation Challenge para reducir los productos químicos que llegan a nuestros mares y oceanos.
Esta empresa ha experimentado un producto en Almería a base de algas que ahora se pretende demostrar que se puede usar en cualquier parte del mundo. Los experimentos se realizan en México y Marruecos después de haber sido un éxito en Almería.
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El uso masivo de fertilizantes de origen mineral genera anualmente 13 millones de toneladas de fósforo y nitrógeno en el mundo, que no son asimilados por cultivos agrícolas, y que llegan desde ríos o acuíferos subterráneos a mares y océanos contaminándolos.
Reducir la química que necesitan las plantas utilizando bioestimulantes naturales con extractos de algas y microorganismos. Hacen que las plantas produzcan más y el suelo esté más cuidado, que la química no acabe en el mar y que se salven nuestros océanos. Por eso, Naciones Unidas, ha seleccionado a Ficosterra que ha ensayado estos productos en el campo de pruebas de Almería y ahora tendrá que validarlos en dos años en Marruecos y México, validación que desde hace años experimentan en Almería.
Experimentan un bioestimulante, Ficosagro, natural hecho a base de algas que sustituye a la fertilización convencional. El campo de Almería pionero
Este es el invernadero en el kilómetro 21 de Níjar de David donde se produce tomate Tinguino, que se exporta a Polonia por su dureza y sabor.
Familia de agricultores tiene 19 mil metros cuadrados, residuo 0, abejorros, aquí los primeros ensayos que ahora tiene que comprobarse que funcionan en otros países.
Aplicando este producto sacó 19 kilos de tomates por metro, donde antes se sacaban 14 o 15, o sea que sacó casi 120 mil kilos más con Ficosagro y cundió el boca a boca entre agricultores.
Es es producto de extracto de algas, algas que se han utilizado históricamente en la agricultura. Como a muchos otros agricultores lo asesoran técnicamente, en este caso Víctor, de la empresa Guivarto.
Una directriz europea prohibirá casi toda la química par 2025. Cada día hay productos que se descatalogan, hay que asesorar a los agricultores. Le recomendaron Ficosagro: es un bioestimulante en base de hongos, levaduras, bacterias y algas marinas. Todo natural
David plantó en otoño, el tratamiento a base de algas se aplica de esta forma. Ficosterra trabaja con dos fábricas de algas en México y en Burgos. Las algas se cosechan en la baja California, en Ensanada, con concesiones de cosecha del gobierno mexicano.
Elaboran el producto final y buscan otros usos para las algas en la agricultura. Producen 4 o 5 mil litros al mes de ficosagro. El experimento es que lo que se ha conseguido que funcione en Almería con algas que también se pueda extrapolar cualquier otra parte del mundo. De ahí los ensayos que avala Naciones Unidas por dos años en Marruecos y Méjico. Experimentos en universidades con Brócoli.
Demuestran que en cualquier país se puede usar el extracto de algas y aumenta la producción y se elimina química que deja de verterse en los mares.
Los bioestimulantes son un foco de inversión interesante para empresas con la tendencia al desarrollo sostenible y erradicar la química. Europa es su principal mercado con 8 millones de hectáreas tratadas y creciendo.
En 2022 se espera que el sector alcance 1. 100 millones de dólares, todo ello en un planeta cada vez más concienciado en disminuir la contaminación y salvar a nuestros mares y océanos siendo compatibles con una agricultura sostenible: aumentar la producción para que comamos todos sin dañar al planeta: todo un reto por el que trabajar para hacerlo posible.