Visitamos los esteros donde se cultivan ostras francesas y gaditanas, manjares de proximidad muy apreciados en el mercado.
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En pleno corazón de la Bahía de Cádiz, en el lugar que ocupaban las Salinas de Belén, cinco socios, todos biólogos, arrendaron hace cinco años 170 hectáreas decididos a recuperar los terrenos para la producción acuícola. Con el sistema tradicional de inundación de los esteros por los caños de marea, obtienen peces, crustáceos y moluscos en cultivos completamente sostenibles.
Han dedicado 30 hectáreas a la ostra de estero, con dos variedades: la gaditana y la francesa. Ambas variedades pertenecen a la familia Magallana gigas. El ostión gaditano es más rústico y con intenso sabor a mar; la ostra francesa, más estilizada, se caracteriza por su afinado sabor. El programa "Tierra y Mar" te cuenta todos los detalles sobre estos manjares de proximidad.