Proyecto Wafira, Proyecto Abundancia

Están en Huelva en la campaña de recolección de fresas y frutos rojos, contratadas en origen por el Ministerio de Inclusión. Pero además de trabajar forman parte del proyecto Wafira que consiste en aprender a crear un negocio e implantarlo en su país cuando regresen de forma definitiva.

Tamou, por ejemplo, quiere vender corderos, comprarlos como crías, alimentarlos y venderlos. Junto ellas, otras mujeres repiten cada año en las empresas que le ofrecen trabajo como en la explotación agrícola de Lucena del Puerto . Las mujeres acogidas al proyecto Wafira han sido seleccionadas por el Ministerio deTrabajo de Marruecos y tras su jornada laboral en el campo, reciben formación dos veces por semana que les permita emprender un negocio en su país.

No es la primera vez, en la práctica se viene haciendo desde hace mucho tiempo. Las trabajadoras vuelven a su país con cantidades económicas interesantes que les permiten montar un negocio, la diferencia con otros años es que ahora tienen apoyo financiero, legal y de gestión de empresas.

Cristobal Picón, cooperativista, defiende el beneficio empresarial de este proyecto social porque para él todos debemos colaborar de alguna forma para mejorar la calidad de vida de los demás.

Marruecos tiene una renta per cápita de casi 3.600 euros, es decir, cerca de ocho veces más baja que la de España. Eso hace muy difícil, por no decir imposible, que mujeres como Najat, Tamou, Fatima o Fouzia puedan llevar a la práctica sus proyectos por sí solas.

El Proyecto Wafira cuenta con intérpretes para facilitar la comunicación de las temporeras con los agricultores y con el personal que les imparte la formación