A Gonzalo se le fueron todos los nervios de golpe cuando vio que asomaba la cabeza de su hijo porque su mujer se puso inesperadamente de parto en casa. El médico sólo tuvo tiempo de asistirles en "teletrabajo".
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Fue un parto muy rápido. Tanto, que la madre no tuvo tiempo ni de salir de casa. Gonzalo, el marido consiguió pedir ayuda al ginecólogo por teléfono y cuenta que al iniciarse el alumbramiento, fue capaz de centrarse por completo en ayudar a su mujer.
El médico, doctor Calleja, tuvo la función principal de dar calma y seguridad para ayudar en la salida del bebé y luego pudo dar detalladas instrucciones de cómo cortar el cordón umbilical. Gonzalo las siguió al pie de la letra y poco después, cuando ya llegó el servicio de urgencias, pudo comprobar que toda había ido bien. El bebé también se llama Gonzalo y pesó 3,300 Kilos.