Restauración de canteras
Las canteras son cicatrices que no siempre se curan. Heridas que salpican nuestros paisajes y que sólo en algunos casos se restauran buscando devolverles la biodiversidad que un día tuvieron.
Puedes ver más noticias en Espacio Protegido y el programa completo en CanalSur Más.
El cemento es la materia prima más consumida en el Planeta después del agua. Cada día se fabrica el equivalente a la presa china de las Tres Gargantas, la mayor del mundo. Se trata de una industria muy contaminante. Produce emisiones por partida triple: en el proceso, en la combustión y por partículas, amén del transporte. Además tiene una demanda de agua muy alta. La presión para que reduzca su huella de carbono, al menos en Europa, es cada vez mayor.
Para extraer todos los áridos que las fábricas y la construcción demandan, la minería de piedra seca excava grandes canteras o graveras. En Andalucía hay más de ochocientas activas y otras tantas, antiguas, abandonadas. Son heridas abiertas en la tierra que hay que curar.
Estamos en la cantera de San Gaspar, una de las tres que rodean a la fábrica de cemento de Jerez. Se encuentra en pleno proceso de rehabilitación medioambiental. Como la fábrica almeriense de Carboneras, la explota el grupo suizo Lafarge-Holcim, una de las mayores multinacionales del sector. Holcim colabora con expertos en conservación de la naturaleza, para identificar los riesgos y oportunidades ecológicos, específicos, que ofrece cada espacio minero. La empresa andaluza Cinclus lleva 20 años trabajando para ellos.
El Grupo Holcim, comprometido con la mejora medioambiental, quiere ir más allá de la obligación legal y dar un salto en la restauración de sus canteras. Se trata de renunciar a los lavados de cara con rellenos de tierra, integrando la reforestación y el impulso a la biodiversidad en sus proyectos. Nos acercamos a Casa Colorada, otra cantera anexa a la fábrica jerezana, ya rehabilitada por Holcim.
Aquí se ha creado una cadena de 5 estanques, comunicados entre sí, con islas para la cría de aves limícolas y alimentados con el agua estacional. Servirán, junto a la zona de transición, para la aclimatación de insectos polinizadores, anfibios como el tritón, reptiles como el lagarto ocelado o pequeños mamíferos. La masa arbustiva se ha reforzado con mirto, lentisco o acebuche y un sendero, con observatorio de aves, une el entorno al de la vecina Reserva Natural de la Laguna de Medina.
En San Gaspar, la maquinaria pesada de Holcim ayuda a remodelar el terreno. Los taludes verticales de la corta se respetarán para la nidificación pero la orografía de la parcela se readapta para dotarla de estabilidad morfológica frente a la erosión. Con un moderno sistema llamado GEO-FLUV se rediseñan cauces hidrológicos y accidentes geográficos para un aprovechamiento de la lluvia óptimo.
Para culminar ese Impacto Neto Positivo que anuncian las cementeras es esencial que las canteras restauradas tengan un uso público abierto a la ciudadanía, siempre que respete los hábitat más sensibles. También que puedan revertir a la sociedad en usos científicos o educación ambiental para niños y jóvenes.