Juan Pablo Llaguno y el origen de la ganadería brava mexicana
Nació en Sevilla, con fuertes raíces andaluzas y mexicanas por parte de padres y abuelos. Tras su retirada como torero, Juan Pablo ha seguido con la tradición familiar como ganadero y sigue con orgullo los pasos de sus dos hijos en el mundo taurino.
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Cuando la tauromaquia es un estilo de vida. Juan Pablo Llaguno es un sevillano que lleva 47 años en Querétaro. Llegó a México con tan solo 9 años. Forma parte de la dinastía Llaguno. Es nieto de Antonio Llaguno González, quien llevó el ganado bravo a México sobre 1899. La ganadería fue heredada por su padre, Antonio Llaguno García, y Juan Pablo, criado en este ambiente, decidió ser torero. Además, es sobrino de los hermanos Manolo y Juan José González, que fueron apoderados de Espartaco.
Juan Pablo nos cuenta como comenzó a entrenar como novillero. Lo hacía en secreto, a escondidas de toda su familia. Y recuerda con gran cariño su lidia en la Plaza de la Real Maestranza, en su Sevilla natal. Se retiró tras sufrir una cogida muy dura, una cornada de 22 centímetros que pudo ser fatal. Ahora se dedica a cuidar con orgullo del legado de su familia, la historia sobre la ganadería brava mexicana que empezó con su abuelo.
Conocemos a su hijo Juan Pedro, lesionado tras sufrir una cogida en una lidia. Para poner broche final, visitamos Tequisquiapan, uno de los conocidos "pueblos mágicos" mexicanos.