Lourdes Hernández: "Para las mujeres la imaginería no es un coto cerrado, pero es complicado"

Lleva más de 30 años al frente de su taller y sigue siendo referente en el mundo de la imaginería, no solo por sus trabajos como el Caído de Úbeda, el Cristo de la Expiración de Jódar o los ladrones del Perdón en Jerez, sino también por ser de las pocas escultoras de imagen religiosa. En Despierta Andalucía hablamos con la escultura e imaginera Lourdes Hernández.

Para las mujeres la imaginería "no es un coto cerrado, pero es complicado", asegura. "La Semana Santa durante muchos siglos ha sido de un peso y una tradición devocional y también cultural en el que el papel de la mujer estaba un poco relegado a las cosas más pasivas". Así ha ocurrido en todas las hermandades y cofradías, nos explica, pero "poquito a poco parece que la cosa ha ido cambiando, y en el mundo del arte también". "En el momento en que hay mujeres que abren un poco camino, hay otras que siguen detrás".  

Sin embargo, reconoce que el número de mujeres que se dedican a la escultura religiosa es todavía escaso. "Aquí en Andalucía podemos ser cinco o seis", frente a unos setenta u ochenta escultores.

En un momento en que ya se ha entregado todo lo que tenía que salir para Semana Santa, en el taller de Lourdes Hernández están inmersos en producción nueva, entre la que destaca el retablo del Cristo de las Tres Caídas de la Esperanza de Triana de Sevilla, el Gran Poder de Moguer (Granada), nuevas piezas para el misterio de la cofradía de las Tres Caídas de Dos Hermanas (Sevilla), así como varios encargos con destino a Valencia.

Considera Lourdes Hernández que "la imaginería en concreto y en general el arte sacro que se está realizando ahora es arte de vanguardia", ya que "es un arte que está vigente y vivo actualmente. "Bebemos de técnicas y de fuentes del pasado, pero las actualizamos en una nueva imaginería", destaca, "una imaginería contemporánea que va acorde a la época actual". 

Explica la escultora que hay tres tendencias principales, la hiperrealista, la naturalista y la clásica. "También se innova dentro de la imaginería y se mezclan estilos, y salen diseños espectaculares", subraya la imaginera, que combina el trabajo desde su taller, enclavado en el barrio sevillano de Triana, con la labor docente y de divulgación.