El corazón de las Tres Mil

La Fundación Alalá cumple diez años de trabajo por la integración y la educación en uno de los barrios más desfavorecidos de España, las Tres Mil Viviendas del Polígono Sur de Sevilla. El objetivo principal ha sido y es la formación de los niños y las niñas para que puedan tener la oportunidad de afrontar un futuro en igualdad de condiciones. Y una forma de celebrar este aniversario es la exposición "Romance de la Luna, Luna", que muestra las vivencias del barrio a través del arte contemporáneo.

Alalá significa alegría. Sin alegría no hay nada, no hay salud, no hay arte, no hay cante. La Fundación fomenta principalmente eso, que los niños estén a gusto, que los niños vengan a formarse en el mundo del arte, en el mundo de la música, con todo el poder que tiene la música y, por supuesto, en la formación educativa a través de becas en la Universidad Loyola. Los niños son el presente, pero siempre mirando el futuro y mirando a sus familias también. La Fundación da un servicio al barrio que transforma vidas poco a poco. En la actualidad hay inscritos 400 niños entre las dos sedes, en las sedes de Sevilla, en las 3.000 viviendas, y en Alalá Jerez, en Estancia Barrera. Es verdad que algunos de ellos van y vienen, pero hay muchos alumnos, más de la mitad, que están fidelizados.
La presencia de Emilio Caracafé es una presencia de absoluta solidez, Es el líder natural de Alalá el que ejerce de puente entre los que están fuera y entran, los que están dentro y entregan ese corazón.
"Romance de la Luna, Luna" es una exposición que habla de silencio, que habla de emociones muy contenidas. Hay dignidad, hay mucha belleza. Es una muestra colectiva que rinde homenaje al poema de Federico García Lorca y que hunde sus raíces en la cultura e identidad gitana. Esta propuesta artística, comisariada por Paco Pérez Valencia, reúne las obras de destacados creadores contemporáneos María Ortega Estepa, Anuca Aísa, Pierre Gonnord, Emilio Caracafé, Cristina Mejías, Alegría y Piñero, Belén Rodríguez y José Ramón Bas. Todos ellos han tenido una vinculación especial con la Fundación Alalá y con la comunidad de las Tres Mil Viviendas, cuyas vivencias han inspirado parte de las obras que se exponen.
La de Alalá, alegría en caló, es una historia de compromiso, de ilusión, de alegría y de esperanza. Una puerta abierta a las oportunidades. Un corazón en un barrio que necesita otra mirada.

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